jueves, 20 de octubre de 2011

Primeras Impresiones: La Doña (CHV)



Ahora que terminó El Laberinto de Alicia, quedamos un poco desorientados por la gran oferta de teleseries nocturnas. ¿Por qué estos canales chilenos se empecinan por ofrecer las mismas cosas al mismo tiempo? En fin. Peleles ya lleva un tiempo (pésima elección de fecha de estreno) y, aunque no avance mucho, ponerse al día da un poco de pereza. Su Nombre Es Joaquín, de TVN, confirma lo cuático que se ha puesto este canal. Me atrevo a decir que busca inspiración en la programación más freak de Discovery Home & Health (léase 4 Esposas, Un Marido; No Sabía Que Estaba Embarazada y otros por el estilo) y esto, luego de la densa temática de El Laberinto de Alicia y su aburrido desarrollo en su parte media, hace que no tengamos mucha energía para entusiasmarnos con esta nueva nocturna. Y llegamos a La Doña, de CHV.

Cuando comencé a verla, tuve que enfrentarme a los prejuicios que tenía de ella: una novela simplona y calentona, hecha a la medida para el lucimiento de Claudia Di Girolamo y llena de fallidos intentos de “fidelidad” a la época retratada (como por ejemplo, el acento español de Manuel Rodríguez, El Guerrillero Del Amor). Acá están mis apreciaciones ¿se confirmará el prejuicio?

Trama: Se resume en que La Doña (La Quintrala) es una mujer fuerte que se mueve cómodamente en un mundo de hombres, historia clásica del género. Ella es la autoridad indiscutida en su comarca y vive bajo su ley, lo que genera tensiones con la administración española y las autoridades religiosas de la época. Esta nueva versión nos trae un cóctel de sexo y violencia, con más énfasis en el primero, lo que convierte a La Doña en la contraparte femenina del Señor de la Querencia. En este link podrás ver detalles de los personajes y la trama.

#Wapish

Sabatini 3.0: La Doña es fiel al sello clásico de CHV: su espíritu hot. Pero a la vez, retoma la vocación sensual de las primeras teleseries nocturnas (como Los Treinta: historias livianas que eran excusas para escenas dudosas), pero uniéndola a una leyenda nacional tan atractiva como la de La Quintrala. Si algo hay que reconocerle a VS es que fue director de las teleseries chilenas más exitosas de los años 90 y que constituyeron la época dorada del género. Teleseries que jamás recurrieron a recursos efectistas, ni eróticos para ser un éxito. Pero Sabatini ha tenido que adaptarse al nuevo escenario televisivo existente. Otros horarios, otro público (los niños que vimos La Fiera y Romané ya somos adultos) y un poco más de apertura. Creo que Manuel Rodríguez fue un ensayo previo (además iba en otro horario) y La Doña es la cristalización de este estilo mejorado, además se agradece que se mantenga fiel en su búsqueda y retrato de la identidad nacional, aunque sea a punta de remakes.

En un capítulo de la Doña puedes ver un promedio 
de 3 potos, donde 1,5 son de dobles. Fuente: INE

Argumento: Las intrigas y un universo reducido de personajes crean una atmósfera tensa y asfixiante. La Doña usa una fórmula que podría resumirse en “A y B tienen un secreto que C no puede saber, pero D se entera y lo usa a su favor; donde A le conoce una yaya a B y viceversa lo que los hace aún más cómplices”. A esto se incorpora el factor tórrido: “D se acuesta con E, F y G que a la vez también tienen secretos” y así sigue. La Doña es de estos culebrones donde a cada momento descubrimos que todos tienen algo que ocultar, lo que hace que los espectadores nos tiremos de las mechas preguntándonos en que va a terminar este tremendo cahuín si no es en un desastre para los personajes y un festín para nosotros, los televidentes.

¿Remake or not remake?


Actores: Es entretenido ver a gran parte del Sabatini Golden Team en CHV (Léase José Soza, Claudia Di Girolamo, Ricardo Fernández, Alfredo Castro, Roxana Campos, Luz Jiménez, Sergio Hernández) junto a otros colosos como Alejandro Goic y algunos apitutados bien next como el hijo de Di Girolamo (Nicolás Villarreal, el escribano gay). Estos actores, muchos de ellos ya mayores, tienen roles decentes en el elenco y las historias de sus personajes conviven con las de los más jóvenes, pero sobretodo, las potencian. Entre las lecciones que hemos aprendido de las teleseries brasileñas es que una novela inteligente es aquella que incorpora y equilibra núcleos dramáticos de personajes de distintas generaciones, mientras más, mejor. Y La Doña les un ejemplo de ello.

Una Quintrala que nunca se salió del personaje

Edición: Sin embargo, esta teleserie también tiene cosas que no me agradan y una de ellas  es su edición, que es muy cortada. Supongo que es un recurso que busca de darle velocidad y tensión, pero acá se abusa. Por ejemplo: cuando el Gobernador Cristóbal García de León se casó con Isadora, vimos a lo menos 4 tomas distintas entre el exterior, la iglesia, el público, los novios, Catalina y Fernando; pero jamás vimos el momento clásico en que los novios se casan. La edición marea y es innecesaria, porque la historia de por sí es veloz y hay muchos personajes que se disputan el protagonismo.

Caracterizaciones: Tratándose de una teleserie ambientada en tiempos pasados, este tema siempre es polémico, aunque La Doña es una fantasía de época. En esta novela, los dardos han ido hacia las caracterizaciones, específicamente hacia su protagonista, a la cual parte del público encuentra “muy vieja” para el rol principal. En Chile se sobrevalora la juventud, muchas veces por sobre el talento.

Perpetua, candidata a Quintrala

Ante eso opino que ninguna otra actriz podría haberle dado el peso dramático necesario al personaje (aunque si, molesta que todo el protagonismo sea para la pareja y musa del director de la teleserie). No encuentro alguna candidata clara que pudiera hacerlo mejor y eso que Di Girolamo no es santa de mi devoción. Quizá podría haber sido Sigrid Alegría (saliendo del rol de mujer vulnerable) o Catalina Pulido, quien encarna a Perpetua (representó bien a una mujer dura en el programa El Rival Más Débil). Pero ellas, aparte de ser colorinas, no tienen el antecedente de haber encarnado a una estupenda Catalina Chamorro, que es parte de un arquetipo televisivo a estas alturas (la mujer colorina independiente y fuerte, que también retrata la adaptación 2008 de Doña Bárbara por Telemundo). Concuerdo en parte con el público en que éste puede ser un buen rol para despedirse de papeles tan protagónicos, se puede seguir brillando desde un rol secundario.

Catalina vs. Isadora

Más cuestionable es lo caricaturesco de Isadora, el personaje de Paloma Moreno, que es empeorado por la siútica canción que musicaliza sus momentos. Aunque el papel de mujer joven, inocente y frágil es funcional al contrapunto con el personaje de La Doña. Y Juan Falcón sin comentarios ¿En serio no había nadie más?.

Nahuel y Millaray tienen una 
relación abierta en Facebook

Otros detalles, que más que molestos son chistosos, son los mapuches que salvo la sumisa Millaray (Fernanda Urrejola) y la Machi, nunca se sacan el cintillo, les falta decir cachai y organizar sus revueltas vía Twitter. La mezcolanza cuática de nacionalidades y castas: administración y representantes de la iglesia católica españoles, criollos, mapuches y judíos; se nota forzada, aunque funciona. Además, es inevitable pensar que en esos tiempos no se bañaban y que en el estudio debe haber un olor a poto pésimo XD.

Bien acicalao, a lo caallero

Y un Ricardo Fernández que siendo el gran antagonista de la historia, tiene el look más ridículo de todos: Una especie de Pirata del Caribe más Locomía con un corte de pelo "bieeén bellaáaco". Fernando, que así se llama, con su aspecto punga hace graciosos los momentos críticos de su personaje y también aquellos en que habla de lo buena en la cama esposa que es La Doña. Cuando se casó con Catalina la verdad es que morí de la risa con su traje de novio, que a todo esto Beatriz Ferreiro, la judía, hizo de un día para otro. Pero esas son las cosas que le dan sabor, no estamos viendo Pampa Ilusión (La mejor novela vespertina de los 90 TVN, he dicho).

Belloni no puede estar equivocado


Conclusión: La Doña, a pesar de algunos detallitos, se merece la supremacía que ha sostenido en el rating, prueba de esto es que se ha posicionado en las redes sociales con sus frases, hasta el sonido de su látigo tiene hashtag en Twitter: #wapish, y MCC ya prepara una parodia (lo único que les sale realmente chistoso). Si mantiene este ritmo y a CHV no se le ocurre hacer un alargue tonto, nadie la va a parar. Ante comentarios de telespectadores como el siguiente: "Tanta violencia más exceso de desnudos...nada nuevo ni entretenido. Algún canal que pueda de verdad aportar?" solo puedo decir lo siguiente: Mij@, si usted espera algo entretenido sin sexo ni violencia lo está buscando en el horario y género equivocados, vea Fox Life. C

3 comentarios:

  1. buena redaccion .. todo bkn

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  2. Jajajajajajajajajajajaaaaaaaa la serie es brutal. Tienes buenos registros y es arriesgada.

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  3. Jajajajajajajajajajajaaaaaaaa la serie es brutal. Tienes buenos registros y es arriesgada.

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