Es una linda coincidencia que terminemos otro año de vida bloggera dedicando una reseña a un disco que lleva la firma de Bradford Cox en él. El año pasado la última reseña fue sobre el excelente Halcyon Digest, uno de nuestros discos 2010. Las presentaciones ya fueron hechas en aquél post y desde ahí Bradford se ha hecho de un lugarcito inamovible en nuestros reproductores de música y en nuestros corazones de hipsters pobres.
Unas pocas décadas atrás, hablar del disco solista del vocalista de alguna banda buena siempre era sinónimo de flop y bajas expectativas. Pero con este cabro Cox es distinto: Su interminable inspiración y el constante buen nivel de sus exploraciones musicales configuran una cadena que entrelaza íntimamente los trabajos de Deerhunter y Atlas Sound, proyectos que parecen no tener techo. Por eso esta servidora esperaba ansiosa y llena de expectativas el 8 de noviembre, fecha en que por fin podría escuchar o “conseguir” lo que estaba preparando Bradford ¿Seguiría siendo digno de las expectativas con Parallax?