Por segundo año consecutivo tenemos cobertura no oficial del festival más hipster de Europa, enmarcado dentro de mis mini vacaciones de primavera. Acompañado por un amigo británico nos enfrentamos a un festival que tuvo un clima amenazante durante sus primeras noches pero que sobrevivió dignamente a las inclemencias del tiempo.
Contexto: Primavera Sound es un festival que se realiza en Barcelona desde el año 2000 y esta es su edición número 14. En los últimos años ha ido ganando notoriedad en el resto del mundo, gracias a su colaboración con la publicación norteamericana Pitchfork y su cartel es bastante heterogéneo, destacando bandas que no serían headliners en ningún otro festival, excepto este (o quizás Coachella). Gran parte de los headliners de este año ya se han presentado en Coachella o lo harán en Glastonbury pero mientras estos festivales están acompañados de la experiencia de acampar en el lugar del evento u otros espacios de diversión, ajenos a la música, Primavera es un festival de ciudad, frente al mar, con horarios nocturnos y una experiencia prácticamente 100 % musical.
Line-up: El line-up 2014 lo encabezaron bandas como Arcade Fire, The National, Queens of The Stone Age, Pixies, Kendrick Lamar y Nine Inch Nails (varias de ellas también presentes en las ediciones sudamericanas de Lollapalooza) pero como analizaré en estos reviews, el recibimiento para bandas de audiencias más hipsters acá alcanza niveles impensados. En este primer post revisaré como vivimos la primera noche oficial del festival, el jueves 29 de mayo en el Parc del Forum.
Sony, el nuevo gran escenario del festival
Ambiente: Si bien hay mucha gente fumando (de todo), su audiencia está básicamente ahí para ver las bandas y es raro ver gente demasiado borracha o peleas, muy distinto a lo que se vería en un festival inglés promedio. Es un público tranquilo, relativamente maduro (en general sobre los 20-25 años), respetuoso y participativo cuando las bandas los motivan. Se estima que 44% de los espectadores fueron extranjeros y en total habrían asistido 190 mil espectadores.
Cambios respecto a la edición 2013: Los pocos cambios que hubo dentro de esta nueva edición se notaron y fueron para mejor. Mientras el año pasado existía solo un escenario principal, Heineken, lo que hacía que las caminatas entre bandas se hicieran largas y extenuantes, este año se agregó un nuevo escenario principal, Sony, el cual enfrentaba directamente a Heineken. De este modo, todo aquel que quisiera disfrutar solo de los headliners, prácticamente no tenía que moverse ya que nunca se solapaban conciertos entre estos dos escenarios y se intercalaban, lo que ayudó a ver las actuaciones de los headliners como Pixies y The National de manera consecutiva. Además, permitió aumentar de manera considerable el número de bandas con la suerte de actuar y ser tratados como estrellas principales. Dentro de ambos escenarios, existía un espacio VIP que permitía estar más cerca de las bandas, pero aún así la visibilidad para la gente normal era bastante aceptable.
Bowers & Wilkins + Boiler Room
El resto de los escenarios se mantuvo prácticamente igual: el agradable escenario Rayban (de los pocos donde uno se puede sentar), el siempre interesante Pitchfork, los indies Vice y Adidas originals y el escenario ATP (promovido al espacio que antes ocupaba el escenario Primavera, ahora inexistente). Además, se añadieron dos nuevos espacios: Bower & Wilkins + The Boiler Room, una pequeña carpa donde actuaron diversos DJs como Jamie xx y John Talabot y el Heineken Hidden Stage, de capacidad reducida (460 personas) y dedicado a actuaciones de bandas del pasado como The Wedding Present, Peter Hook (baterista de Joy Division) y Buzzcocks. Lo único que se echó de menos fue la presencia de la rueda, pero la verdad es que sólo era un aporte visual, nada muy esencial.
Previa al jueves: Lo del miércoles fue un presagio un poco amenazante del festival. Llegamos alrededor de las 10 de la noche a realizar el intercambio de entradas y nos encontramos con una lluvia persistente, atrasos en las actuaciones de Sky Ferreira y Holy Ghost!. Todo esto nos hizo temer que los días posteriores podían resultar un desastre pero afortunadamente el clima fue menos agresivo de lo que se esperaba. No vimos mucho de ninguna de las bandas, pero ni Sky ni Holy Ghost parecen haber tenido una noche muy fácil ni exitosa. Una pena.
Resumen itinerario del jueves: Día despejado aunque un poco frío. Llegamos a las 20:15, vimos el final de Midlake, 20 minutos de Warpaint, media hora de Jamie xx, St Vincent, CHVRCHES, Arcade Fire, Disclosure y Metronomy. Lejos la noche más atractiva en cuanto a oferta musical (al menos para mis gustos).
Midlake (19:30hrs, Sony)/Warpaint (20:40 hrs, Heineken)/ Jamie xx (21:00 hrs, Bowers & Wilkins + Boiler Room)
Midlake
Estos tres números resultaron como una especie de previa para lo que vendría más tarde. Llegamos tarde a ver Midlake, así que sólo vimos las últimas tres canciones de esta banda de Texas. Si bien no estoy muy familiarizado con su repertorio (sólo conozco It's going Down, una de las pocas canciones que escuchamos), Midlake tiene una propuesta bastante sólida sobre el escenario, quizás aún lejos de una banda muy masiva pero era un acto que valía la pena ver. A tenerlos en cuenta para el futuro.
Warpaint
Luego, nos movimos un par de pasos hacía el otro escenario principal, Heineken para la actuación de la banda californiana Warpaint. Warpaint es un trío de chicas que vendrían a ser como la contraparte oscura de Haim. Sacaron su segundo disco a principios de este año y han cosechado buenas críticas y cierta notoriedad en Reino Unido (en BBC radio 6). Si bien desconocía gran parte del setlist, las chicas lo hacen perfecto sobre el escenario. Es muy interesante como logran construir atmósferas oscuras principalmente con la guitarra y a nivel vocal e interpretativo, tuvieron un desempeño notable. Lamentablemente, teníamos curiosidad por ver el show de Jamie xx, así que dejamos esta actuación en la mitad, después de que interpretaron Love is to Die, uno de los pocos temas que conocía. A bajar el disco de Warpaint, se ha dicho.
Dentro del Boiler Room durante el DJ set de Jamie xx
Jamie xx tuvo dos actuaciones la noche del jueves, un DJ set en el nuevo espacio del boiler Room a las 21:00 hrs y una actuación más tarde a las 4:20 en el escenario Ray-Ban. Como no queríamos terminar taan tarde, decidimos ver solo el DJ set. El espacio del Boiler Room era una pequeña carpa en la que costaba un poco entrar pero que resultó ser una agradable sorpresa. Jamie xx logró hacer bailar a la gente con un setlist principalmente dedicado a música de los 70-80, añadiendo esos elementos tropicales que tanto parecen seducirle. Proyecciones de imágenes en la carpa ayudaron a crear una atmósfera muy cool. Después de este punto nos separamos brevemente con mi amigo, quien prefirió aventurarse en el Heineken Hidden Stage para ver el show del ex baterista de Joy Division, Peter Hook (quien interpretó principalmente temas de Joy Division), mientras yo me dirigí a la experiencia de arte conceptual que sería el show de St Vincent.
St Vincent (Sony, 21:50 hrs)
La puesta en escena de St Vincent es sorprendente. Todo parece milimétricamente calculado, desde el conceptual look de Annie Clark hasta sus minimalistas coreografías (dando robóticos pasos en tacones o dejándose caer sobre una tarima en camara lenta). Lo de ella es un show lleno de histrionismo y talento, donde se luce tocando la guitarra y cantando e interpretando de manera carismática. Vale la pena mencionar que estaba acompañada por otros dos músicos, un baterista y una tecladista y a ratos segunda voz (de origen japonés?). Las interacciones con su tecladista eran otro show aparte, quien incluso la acompañó en sus coreografías.
Annie Clark es una loquilla
Sobre el setlist, fue muy llamativo que el show comenzará con toda la carne a la parrilla, poniendo en su primera parte sus canciones más energéticas como Rattlesnake, Birth in Reverse, Cruel y Digital Witness, para lentamente ir entregando temás mas lentos pero igualmente potentes como Surgeon o Cheerleader. Privilegió principalmente temas de sus dos últimos discos pero fue muy curioso que hacía la parte final dejó temas que no son necesariamente sus hits (Huey Newton y Bring Me Your Loves). Un show algo arriesgado en cuanto a estas elecciones pero que funcionó de manera perfecta. Disfruté mucho su presentación y fue una de las mejores actuaciones de la noche del jueves y del festival.
CHVRCHES (Pitchfork, 23:15 hrs)
La banda escocesa CHVRCHES, una de las revelaciones del electropop 2013, tocaba al mismo tiempo que uno de los headliners del evento, Queens of the Stone Age (que también me gustan pero de los que no soy un gran fan). Para sorpresa nuestra y también para de su vocalista, el escenario Pitchfork estaba llenísimo y su público estuvo expectante por la propuesta bailable de la banda. Los escoceses tienen un look super simple y poco elaborado (yo creo que aún no se creen el status de artistas populares que han ido ganando) y su música resultó ser su principal arma. Su mezcla de sintetizadores y bajo/guitarra cumplió con todas las expectativas que yo tenía. La simpática Lauren Mayberry canta muy afinada e interpreta muy bien pero fue su compañero Iain Cook quien dio la sorpresa en la interpretación de Under the Tide (una de las canciones que menos me gustan del disco) y que resultó ser todo un hit en vivo. El setlist no fue para nada sorpresa (tienen un sólo disco) pero fue organizado de manera muy inteligente comenzando con We Sink y terminando con The Mother We Share, dejando hits como Gun y Recover en medio del show. Tuvimos que escuchar The Mother We Share a la distancia porque había que emigrar hacía Sony para tener una ubicación decente en Arcade Fire pero CHVRCHES promete convertirse en un acto muy importante en el futuro. Definitivamente, mucho más que el hype.
Arcade Fire (Sony, 00:30hrs)
Y llegó, muy prematuramente, el momento más esperado de la noche y del festival. Llegamos con 20 minutos de anticipación para ubicarnos en un lugar decente y valió la pena. Si bien hubo algunos problemas técnicos en las pantallas durante su presentación, Arcade Fire cumplió con todas las expectativas y confirmó por qué es la banda encabezando todos los festivales importantes de este 2014. Es básicamente una puesta en escena deslumbrante, con 11 (o más) músicos (incluyendo a nuestro querido Owen Pallet), una amplia gama de instrumentos (vientos, percusiones, cuerdas, teclados, todo) y un sonido envidiable (no logré distinguir los problemas de sonido mencionados por el columnista de Jenesaispop, aunque probablemente hayamos tenido una mejor ubicación).
Regina se lució
El show tuvo un setlist de lujo que se extendió prácticamente por 2 horas donde se dieron el lujo de repasar gran parte de lo mejor de su discografía. En comparación al setlist de Lollapalooza Chile, fue ligeramente más largo, incluyendo 4 canciones más y no incluyeron Intervention (tocaron We Exist, Neighborhood #2 Laika, Keep The Car Running, Haiti y Rococo). La única canción que se echa un poco de menos es We Used to Wait de The Suburbs pero la verdad es que con todo lo que tocaron quedé más que satisfecho. Los mejores momentos fueron ese principio inmejorable con Reflektor y Flashbulb Eyes, la extendida versión de The Suburbs, y esa secuencia tan bonita que tocan entre Afterlife, It's never Over (Oh Orpheus) y Sprawl (II) Mountains Beyond Mountains, donde Regine se luce.
Reflektor man
El concierto podría terminar definitivamente en este momento, pero hay un punto de inflexión (generado quizás porqué en general despues de Sprawl hay un encore en otros conciertos pero en Primavera no existe esa instancia) donde el concierto vuelve a una etapa festiva que parte con una versión de Tequila, acompañada de la entrada de esos famosos monos cabezones que acompañan la fiesta final del concierto (incluyendo a un Papa Francisco que se cayó de lo borracho que estaba con vino) y que se extiende por dos canciones (Normal Person, Here Comes the Night Time) y que termina con una lluvía de confeti (recurso un poco facilista pero efectivo). Para rematar, esa despedida con la épica Wake Up no se puede sentir más perfecta. Es un concierto grandilocuente, que refleja lo ambicioso de la banda y que a ratos se puede sentir excesivo pero debe ser uno de los mejores conciertos que he visto en mi vida.
Disclosure (Heineken, 02:30)
Con un poco de retraso, los ingleses de Disclosure tuvieron su revancha con el festival. El año pasado tuvieron una primera presentación a las 4:30 de la mañana donde tocaron un par de canciones cuando aún eran un grupo algo desconocido pero ahora vuelven convertidos en estrellas capaces de llenar estadios y con un acto mucho más consolidado. Si bien uno de los problemas de este tipo de dúos electrónicos es la falta de las voces que cantan sus canciones, el show de Disclosure suple esa carencia con una atractiva y sofisticada puesta en escena, con las animaciones más bonitas que se vieron durante este festival. El setlist estuvo bastante entretenido incluyendo hits como F for You (que abre el concierto), When a Fire Starts to Burn y la tremenda White Noise. En lo personal, habría cambiado algunas canciones como Stimulation o Voices por otras mucho mejores incluidas en su album (como January o Defeated No More) pero se entienden como parte de su propuesta de convertirse en una apuesta masiva. Un show muy entretenido, del que lamentablemente nos perdimos el final (Latch) ya que queríamos ver el show de Metronomy.
Metronomy (Ray-Ban, 03:15 hrs)
El cierre de la noche del jueves estaba a cargo de otra banda inglesa pero con una propuesta muy diferente. Después de cuatro discos, Metronomy se han convertido en una banda que se merecía un escenario más grande que el Ray-Ban, que se hizo chico ante la cantidad de gente que se quedó hasta las 3 de la mañana para escucharlos. Ellos tampoco dieron crédito a lo exitoso de su concierto. Con una puesta en escena que asemeja a unas nubes que cambiaban de color entre rosa y morado/azul, el quinteto liderado por Joseph Mount se encontraba vestido de blanco, como vestidos para una boda, el broche de oro para su propuesta retro. El setlist de la banda estuvo principalmente enfocado entre sus dos últimos discos (The English Riviera y Love Letters) tocando hits como The Look, The Bay, She Wants, Love Letters y I'm Aquarius. No dejaron de lado canciones del segundo disco como Holiday y Radio Ladio.
Lamento decirles a los fanáticos de The most Immaculate Haircut (mi partner C y nuestro amigo personal Morza con zeta) que no está incluida en su setlist. La que si está incluida, y me gusta mucho, es Reservoir, que contó con un sintetizador ligeramente más oscuro que el del disco y una divertida coreografía con los miembros de la banda. También destacó su interpretación de The Upsetter, cerca del final, definida por ellos mismos como una invitación a abrazar o besar (slow jam le llamaron ellos). Curiosamente, decidieron terminar el concierto con una canción bastante desconocida como You Could Easily Have Me, editada en su primer disco, aunque a esas alturas la banda podía darse cualquier lujo sobre el escenario Ray-Ban. Muy simpáticos, dieron un show muy entretenido y cierre perfecto para una noche inmejorable. F
*Continuará
Buen post me divertí mucho leyendo. Que lata que se alcancen a ver tan pocas bandas con un line up tan amplio. Lo otro fome que rulitos Joseph no toque mi favorita del Love Letters. NOTABLE lo de Annie Clark es una loquilla xD. Ojala vnga a Lolla15 junto a Metronomy y Chvrches.
ResponderEliminarAhora voy por la segunda patita.
Igual después de 6-7 bandas uno queda todo lo que es agotado, pero es un lujo ver 7 bandas así, de corrido y sin que coincidan (como pasa en otros festivales). Ojalá que el próximo año Metronomy, Chvrches y St vincent se den una vuelta por Chile :)
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