Las 5 Canciones Destacadas: Septiembre 2012

Les entregamos nuestra selección de canciones destacadas para septiembre, antes de que los acordes patrióticos de la cueca, la cumbia y el reggaeton nos inunden por doquier. Que lo disfruten y con permiso de nuestros lectores internacionales, ¡Viva Chile, mierda!

1) Only In My Dreams – Ariel Pink Haunted Graffitti (Mature Themes, 2012)

“...and we'll have so much fun/ On the beach, on the ocean of my dreams/ Even only in my dreams”

“...y nos divertiremos mucho/ En la playa, en el océano de mis sueños/ quizás sólo en mis sueños”

Esta canción es una de las mejores del trabajo sucesor del aclamado Before Today. Experimental, retro y poco complaciente, es en momentos de indulgencia donde las composiciones de Ariel Pink y su Graffitti Embrujado brillan: Kinski Assasin, el cover Baby o la presente. Esta canción tiene un video muy divertido, además de gringo y retro, que representa a Pink en una especie de grabación casera de los 90s como un donjuan de cabello rosado (trolleado en JNSP), con al menos 5 mujeres muriendo por él simultáneamente, algo que según lo que deducimos del titulo del tema le sucede “solo en sus sueños”.

La letra no difiere mucho, habla de que si no tienes mucho éxito en el amor, puedes vivir romances imaginarios con chicas “muy reales” en tu mente ¿una temática media psicópata o sólo tiernamente #foreveralone? Dejando de lado el buen humor de Ariel y su capacidad para no tomarse tan en serio, encontramos en Only In My Dreams una sonoridad algo árabe (díganme que no estoy loca), que nos hace imaginarnos cosas como beduinos, cabalgatas en camellos bajo la noche del desierto o al caballero de la luna (?), logrando el efecto de llevarnos al pasado con un sonido muy setentero, a la vez que deleitarnos con un excelente tema pop.

2) Hands - ALPINE (A is for Alpine, 2012)

“It's ok to feel the rain on my hands/ my love/ my enemy”

"Está bien sentir la lluvia en mis manos/ mi amada/ mi enemiga”

Australia nuevamente nos sorprende con sus músicos. Esta vez se trata de ALPINE (es difícil no confundirlos con el dueto Alpines), una banda compuesta de 6 músicos cuya gracia es componer un electro pop minimalista, muy acorde a los conceptos “Suiza – Alpes - Nieve - Pulcritud”, donde sus dos vocalistas le dan el toque especial a cada tema. Una especie de Austra en clave soft.  Un debut recomendadísimo. A este Hands, su primer single, lo conocí gracias a la programación de Radio Horizonte y me gustó desde un principio. Pegajosa, bien construida, con un predominio en las cuerdas y un excelente coro. Un ritmo trepidante, composición pulcra y las voces casi maquinales de sus vocalistas Phoebe y Lou.

La letra no dice mucho, pero puede ser una sutil metáfora sexual. Por otro lado, el excelente y premiado video del tema recuerda mucho a la estética de la sublime película griega Dogtooth, donde tres hermanos vivían aislados del mundo exterior en una casa de los suburbios gracias a sus estrictos padres. Esta mansión está habitada solo por chicas con pinta de elite models y poca ropa que parecen ser influenciadas por las imágenes de la banda que aparecen en el televisor. La banda las motiva a hacer cosas loquillas como partir sandías a hachazos o besar apasionadamente un vidrio. Definitivamente NSFW (No Safe For Work – no apto para ver en el trabajo), no digan que no se los advertí.

3) Fineshrine – Purity Ring (Shrines, 2012)

“Get a little closer, let fold/ Cut open my sternum, and pull/ My little ribs around you/ The rungs of me be under, under you”

"Acércate, déjame doblar/ Corta mi esternón y tira/ Mis pequeñas costillas alrededor de ti/ Mis pliegues están debajo, debajo de ti"

Por su parte, Canadá no quiere quedarse atrás con su interesante oferta musical y nos entrega uno de los debuts más sólidos del año: Shrines, del dúo Purity Ring. Muchos definen la propuesta de Corin Roddick y Megan James como parte del witch house, esa música electrónica algo tétrica, cuya características básicas son los beats lentos y efectos de voces, además de incorporar sonoridades dubstep. El dúo trabaja una estética que  asocia ilustraciones de cuentos infantiles religiosos con un nombre de banda algo perturbador: anillo de pureza/castidad, cuyo concepto evoca a La Cinta Blanca, la gran película de Haneke, donde una cinta blanca era un supuesto indicador de pureza en los niños.

Parece increíble que la dulce y aguda voz de Megan cante cosas tan extrañas como pedirle a su hombre que ”le corte el esternón y tire (sus costillas)” que “sus pulmones serán coronas alrededor de él” y etc., imágenes provocadoras tanto en su sentido literal, como estético y metafórico. Completan este concepto de amor/ devoción visceral hacia otra persona con una melodía que destila perfección en sus beats cristalinos, la construcción de las estrofas y coros. Y lo mejor es que esta coherencia y consistencia se mantiene a lo largo de todo su disco. Un debut recomendadísimo con una propuesta atrevida y original, que esperemos no se convierta en algo difícil de superar o poco sorprendente en los álbumes futuros del dúo.

4) Kangaroo Court – Capital Cities (Kangaroo Court EP, 2012)

“I commit the crime of wasting time/ Always trying to rhyme, yes, I am guilty”

“Cometí el crimen de perder el tiempo/ siempre tratando de rimar, si, me declaro culpable”

Representando a la música bailable en esta selección está Capital Cities, banda relativamente nueva de la cual ignoraba su existencia por completo (vía Radio Horizonte), como suele pasar en este blog. Según me cuenta su perfil en Last.fm, estamos ante un dúo californiano conformado por Ryan Merchant y Sebu Simonian, quienes debutaron en 2011 y tras eso solo han lanzado singles y EPs. El último, que comparte nombre con este tema fue lanzado en mayo de este año. A pesar de eso, están entre los favoritos de personas como Perez Hilton, admirador y promotor de otros grupos electropop como Peaches.

Esta una de esas canciones que te producen amor inmediato. Su ritmo, su vibra, en fin, todo. Una carga de sintetizadores, golpes de ritmo, buenos arreglos y como no, un gran solo de bronces que podríamos describir como una mezcla entre la épica de M83 con el ímpetu de Hooray For Earth. En una melodía tan bailable, obvio que la letra no podía ser tan sesuda, aunque contiene una pildorita cultural: Cangaroo Court es una expresión anglo que se refiere a una corte que no se toma en serio la ley o cuya manera de aplicar justicia es ridícula, un tribunal de joda a fin de cuentas. El protagonista es juzgado por reprimir sus instintos evasivos, consistentes en ganas de bailar y divertirse en el lado oscuro de la ciudad donde las chicas van a portarse mal.

5) It All Feels The Same - Tennis (Young and Old, 2012)

“We could be good but we don't live the way that we should/ constantly told we're imperfect and cannot be good"

"Podríamos ser buenos, pero no vivimos de la forma que deberíamos/ constantemente nos dicen que somos imperfectos 
y que no podemos ser buenos"

Otra sorpresa que conocí gracias a la Radio Horizonte fue a este dúo gringo formado por Alaina Moore y Patrick Riley, que también es un matrimonio. Este es el trabajo que sucede a Cape Dory, su primer disco, donde la banda sigue cultivando un sonido de baja fidelidad y decididamente retro. Allí donde sonidos de bandas como Cults o Girls revisitan ritmos y estructuras del pasado reciente aportándoles frescura, Tennis se queda un poquito atrás. Sin embargo, la dulce voz de Moore los salva de caer en el olvido y convertir a este trabajo en un buen compañero de viajes. Cabe preguntarse si hay cosas más evocadoras de la adolescencia que un par de tenis tirados en algún rincón, destiñéndose al sol.

Tras una melodía que te hace sentir como viviendo bajo el efecto de algún filtro Instagram, se esconde una letra crítica hacia la religión, específicamente a la desmesura que significa comparar la perfección de dios con la imperfección humana y como eso contribuye a hacernos infelices. “Tomé un tren para llegar a ti y cuando llegué no te encontré en ninguna parte” o “Cuando digo tu nombre espero un cambio, pero adondequiera que voy todo se siente igual” son frases cuyo trasfondo de desesperanza es recurrente a lo largo del disco. El hincapié en esta temática puede deberse a que los inicios de cantante de Alaina fueron en algunos coros de iglesia y al parecer no fue una buena experiencia para ella...y si hubiera sido buena, probablemente no estaríamos escuchándola cantar ahora. C

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