Han pasado aproximadamente 2 años del inmenso Teen Dream. Un disco que estuvo en nuestro top 5 de preferidos en 2010. Ese disco fue nuestra introducción al mundo sonoro de un modesto, mas no mediocre, dúo indie llamado Beach House y me encontró en un momento emocional muy especial, donde sus melodías y letras me hicieron un sentido inmenso, ya que eran una traducción de lo que estaba viviendo. Aunque mis penas de 2010 han quedado muy atrás, ese disco pasó a ser uno de mis favoritos de todos los tiempos. Cada vez que lo oigo es el recordatorio más hermoso que podría tener de una época que si bien no fue agradable, fue muy enriquecedora.
El hermano menor de Teen
Dream carece de la calidez del mayor,
pero apunta aún más alto.
Antes de seguir haré un recuento
de todo lo que ha pasado con el dúo desde el verano de 2010 hasta aquí. Luego
del lanzamiento de Teen Dream vino
la reacción unánime de la indiesfera: el álbum fue un éxito de crítica y público,
y unos ya consagrados Beach House se
fueron de gira. Su arduo trabajo dio frutos y los situó en un nuevo (y merecido)
status. Sin embargo, basta leer un par de entrevistas para notar que no han
perdido una gota de hermetismo. Dos años parecen nada para un dúo tan metódico,
capaz de cosas como eliminar todo indicio de sus personalidades individuales en pos de su
arte. Al parecer, no fue necesaria tanta exhaustividad esta vez, están
inspirados y este Bloom fluyó. Tampoco fue necesario hacer promoción. ¿Será posible oírlo y evaluarlo fríamente?