Duelo de Programas de "Talento": Factor X vs Yo Soy vs Mi Nombre Es

Viendo el éxito de la incursión de Chilevisión en Talento Chileno (adaptación del ultra probado Britain's Got Talent), como nunca el resto de los canales chilenos nos han bombardeado con la misma oferta de programas de concursos: La variación de Got Talent enfocada en encontrar cantantes, Factor X, a cargo de TVN y los buscadores de imitadores Yo Soy (MEGA) y Mi Nombre Es (C13). E inesperadamente este último es el que ha logrado equiparar las audiencias de Talento Chileno. Acá en C&F analizamos el fenómeno de los programas busca-talentos, sus principales defectos y las pocas virtudes que les encontramos.

1) Aprovechamiento excesivo. Estrujan a los nuevos talentos hasta que todos nos aburrimos de ellos. Por lo menos hemos escuchado 10 veces a Shakiro en una hora viendo de Mega. Ni hablar de los eternos recuentos en los matinales o programas de farándula como Alfombra Roja. Y los talentosos no se dan ni cuenta.

El Factor X es cantar bonito???

2) Parece ser que el único talento válido es cantar. Cantar bonito. No veremos acróbatas llegando a la final, ni a la oveja diabólica. Así que el Factor X, no es nada más que “ángel” en alguien que canta bonito. Y como analizamos regularmente en este blog, los verdaderos artistas son algo más que sólo una voz. O sea, ni siquiera tenemos esperanza de encontrar un Gepe, una Javiera Mena o hasta una Francisca Valenzuela. A lo más un Andrés de León, un Natalino, una Ximena Abarca. Artistas desechables en otras palabras. En ese sentido, los programas de imitación son más honestos, porque eso de por sí ya es efímero. Como extrañamos Rojo, fama contra fama (1ª y 2ª temporadas), lo más cercano que hemos tenido a un impulso para la industria musical.

Porque parece que Yo Soy lo grabaran en un galpón flaite???

3) Formatos redundantes. No puede ser que en un país tan chico haya 3 de estos formatos (dos con la misma premisa) sumado a la existencia de pequeños espacios con la misma idea en pequeños programas como AR, Yingo o Vivi. Realmente no entendemos como puede haber tanta gente dispuesta a exponerse al ridículo público por un par de meses de fama. Y los que supuestamente tienen talento, de verdad estuvieron esperando sentados en sus casas que un programa los descubriera???. Si es así, mejor que no renuncien a sus trabajos actuales porque reconozcamos que con suerte nos acordaremos de Shakiro para el balance de fin de año.

Yo Soy.... Ursula de La Sirenita!!

4)  Pocos jurados de peso. Yo Soy, definitivamente tiene el jurado menos capacitado para evaluar a las posibles artistas. Tiene al supuestamente chistoso Alvarito Salas, que puede simpatizarle al abuelito en la casa pero su participación acá lo pone al nivel de estrella jubilada invitada a lo Vodanovic en Talento Chileno. La insufrible Ursula, alguna vez habrá sido cantante, pero dudamos plenamente de los conocimientos musicales de la amiga personal de la momia travesti (alias Raquel Argandoña). Aunque se la juega por ser el jurado antipático, es tan insoportable que difícilmente puede general la simpatía o respeto que genera un Simon Cowell. Cata Pulido viene a tener la palabra buena onda y certera hacia el concursante y sin ser parte del mundo de la música es el acierto del jurado de Yo Soy.

El jurado más buena onda. Ojo con Gustavo Sánchez, la verdadera estrella del programa.

En Mi Nombre Es, el jurado es mucho más preparado y menos agresivo pero no por eso perfecto. Nicole, será bonita, preciosa, pero no tiene carisma. Trata de armar comentarios ingeniosos para despedir a los participantes pero no le resulta e intenta ser dulce y cercana de forma muy forzada. En Twitter todos los domingos se burlan que los ojos del Pollo Fuentes en cualquier momento van a saltar hasta el escenario, un comentario que refleja su gestualidad exagerada, pero es mesurado y buena onda. Ni se hizo problemas para cantar con un viejito que era su doble. Pero Gustavo Sánchez, es el acierto de Mi nombre es y de paso el mejor jurado de todos los programas de talento. Simpático, asertivo, irónico, sabe dar el show apropiado cuando corresponde.

Tito Beltrán de verdad da miedo...

En Factor X, el principal problema es el exceso de jurados. Aún no logramos comprender que hacen ahí Zeta Bosio, un tipo que puede ser atractivo para un rango etario femenino pero tiene cara de estar obligado y es un escaso aporte con sus opiniones; Karen Doggenweiler, sabemos que la gente la quiere y blablablá, pero más que una sonrisa y regalar un SI por lástima, su presencia parece solo una propaganda corporativa; Nydia Caro, la jurado invitada (de hecho se fue el capítulo del lunes, finalizados los castings)  y aunque esperábamos más de ella, su rol era mucho más interesante que el de Karencita. Por último, esta el divo de Tito Beltrán, que se cree Leonardo Da Vinci (según él es poliglota, sabe Tae Kwan Do y cualquier cosa que el resto maneje). Es tan perfecto, tan afinado, sabe tanto de música, que más que respeto inspira miedo y antipatía. Que se devuelva a Suecia mejor. Ah, verdad que no puede.

Jurados Ideales: Gustavo Sánchez, Cata Pulido, Pollo Fuentes.

Julian, el animador X

5) Animadores de adorno. Poco es lo que hacen los animadores en este tipo de programas. Luchito Jara cumple el rol que uno espera de un programa de Mega. Es burlesco, exagerado, superficial. Por su parte Sergio Lagos tiene menos presencia que las familias que acompañan a los concursantes en Mi Nombre es. Julian Elfenbein demuestra que el cambio de canal ni le afectó y sigue haciendo su labor de lo más bien. Es simpático, relajado y contiene bien a las acompañantes. Eso sí, parece que anda en celo porque anda toqueteando hasta a los travestis, así que control (o un poco de piedra lumbre) Julian XD.

Animador Ideal: Julian Elfenbein.

6) Formato más logrado.  Factor X cumple, pero la verdad es que ya no es novedad (gracias a País de talentos y Talento Chileno). Y hay que ver si después de la etapa de casting (la parte verdaderamente entretenida de este tipo de programas) el programa puede  mantener su audiencia (que tampoco es estratosférica). Mi Nombre Es aporta algo más de tensión al existir una mini final por capítulo y una estructura más progresiva: presentaciones, selección 1, preparación de los seleccionados, presentación enchulada y selección final. Y yo soy es sólo una versión burda a la q van a presentarse los borrachitos del barrio, donde innecesariamente los transformarán físicamente en sus famosos de interés (esto implica que le harán un cambio de sexo a Shakiro???).

A estas alturas debe ser evidente que nuestro formato favorito es Mi Nombre Es. Los dobles dan menos vergüenza ajena que en Yo soy y algunos son bastantes impactantes como Camilo Sesto y Amy Winehouse (aunque a veces han dejado afuera a otros más talentosos como el niñito Chayanne). Aún así muestra la hilacha en los falsos momentos de elección y llamado a los seleccionados o esas voces en off tipo Primer Plano. Además, deberían conseguir un público un poquito más espontaneo y menos maqueteado. De todos modos, se merece su éxito de audiencia gracias a su respeto por los participantes (las burlas se las deja al público en la casa), el entretenido casting y la acertada edición y producción.

Alguien nos podría explicar cual vendría siendo el aporte de Maura a Mi Nombre Es???