Hoy queremos homenajear a tres
programas cuyo factor común es el predominio del ingenio y el trabajo en equipo
por sobre las personalidades individuales (hola, rialiti-chous). Concursos
televisivos que hacían delirar a los que éramos niños en la mitad de la década
de los noventa. Miles de ciudadanos anónimos de 3 rincones del mundo -fueron
dañados- compitieron en ellos para poder escribir hoy esta reseña.
El Juego de
la Oca
(España,
emitido por Canal 13)
De que se trataba la
competencia (con ayuda de Wikipedia): 4 jugadores tratan de avanzar por un estudio
televisivo-tablero de 63 casillas tirando los dados hasta llegar al final. El
primer jugador que llegue a la última casilla gana, aunque cada casilla
presenta un desafío distinto y claro, hay algunas de ellas que obligaban a los
concursantes a adelantar, retroceder, o perder turnos durante el recorrido.
Cada concursante comenzaba a jugar con 100.000 pesetas y por cada casilla que avanzaba al tirar los dados, ganaba 10.000 pesetas. En cada casilla que había una prueba, el concursante apostaba parte o todo el dinero que tenía acumulado. Si superaba la prueba, doblaba lo apostado, y si no la superaba, lo perdía. El primero de los cuatro concursantes que consiguiera llegar a la Casilla 63 se llevaba todo el dinero acumulado.
El estudio era la patá!
Cada concursante comenzaba a jugar con 100.000 pesetas y por cada casilla que avanzaba al tirar los dados, ganaba 10.000 pesetas. En cada casilla que había una prueba, el concursante apostaba parte o todo el dinero que tenía acumulado. Si superaba la prueba, doblaba lo apostado, y si no la superaba, lo perdía. El primero de los cuatro concursantes que consiguiera llegar a la Casilla 63 se llevaba todo el dinero acumulado.
"Tira dadosh"
Competidores: 4 adultos
concursantes, dos hombres y dos mujeres que se identificaban por los colores
Rojo, Azul, Verde y Amarillo.
Escenografía: Un estudio
laberíntico y luminoso, a modo de ludo gigante.
Detalle memorable: El
jingle.
Si eres atrevido y te quieres arriesgar =)
Antes de esos viernes esperando
Video Loco y Maravillozoo, estuvieron esos ¿jueves? en la noche esperando “El
Gran Juego de la Oca”. Con mis hermanos jugábamos a nuestros propios juegos de
tablero esperando la emisión semanal. Y quizás por eso nos gustaba tanto: era como
nuestro ludo, pero en la vida real, con gente, donde todo podía pasar al son de
un tremendo jingle “Ven a Jugar al Juego de la Oca, ven
a jugar con nuestra Oca loca...di cuac cuac, y así una Oca serás, en cualquier
casilla triunfarás”. Junto con ese acento español tan chistosillo de los
animadores y sus frases notables tipo “¡¡¡tuz piez serán lamidoz por una
cabra!!!”, el sabor del programa era lo elaborada y particular que era la
prueba de cada casilla.
Bezo y Tortazo
Cada una de ellas involucraba ya sean insectos o
animales que provocan rechazo como gusanos o ratas (lo que provocó
polémicas con agrupaciones animalistas) o personajes habituales con los que el
concursante o los animadores interactuaban para lograr la prueba. Había una
casilla donde un tipo loco le cortaba el pelo al concursante si fallaba, otra
donde tenían que subir una escalera para besar al príncipe o princesa y otras
más coquetonas como “Beso o Tortazo” donde el concursante debía adivinar si la
modelo con voz sexona le daría –oh, sorpresa- un beso o un tortazo u otra donde
el jugador debía mantener bajas las pulsaciones, mientras un modelo le bailaba
cachondamente.
Pruebas que tenían un sutil erotismo para la época y fueron predecesoras en horario prime y familiar de programas chilenos más trasnochadores y que lucharían por la apertura como “El Sótano” y sus pruebas picaronas. Aunque era imposible replicar el Juego de la Oca en los recreos del colegio, amaba este programa con todo mi corazón. Grande Antena 3!!!
Despedida de Soltera #modeon
Pruebas que tenían un sutil erotismo para la época y fueron predecesoras en horario prime y familiar de programas chilenos más trasnochadores y que lucharían por la apertura como “El Sótano” y sus pruebas picaronas. Aunque era imposible replicar el Juego de la Oca en los recreos del colegio, amaba este programa con todo mi corazón. Grande Antena 3!!!
El Flequi
Leyendas
del Templo Escondido
(Estados
Unidos, emitido por Nickelodeon)
De que se trataba la competencia (con ayuda de Wikipedia): En cada episodio participaban 6 equipos que competían para ganar premios. El programa combinaba trucos físicos con preguntas de cultura general relativas a la historia, la mitología y la geografía. La estructura general era bastante compleja para ser un concurso infantil, ya que consistía en 4 etapas con distintos objetivos que involucraban zonas específicas del set: La competencia comenzaba en una gran piscina, conocida como “El Pozo”, que los 6 equipos debían atravesar en balsa, donde los 4 primeros en llegar pasaban a la etapa siguiente.
Los peldaños del saber
En la parte superior de una escalera llamada “Los peldaños del Saber”
el Gran Sabio contaba la leyenda del día, una narración ficticia y detallada
con respecto a algún personaje de la Historia Universal que involucraba un
objeto perdido que se encontraba en el templo y los concursantes debían rescatar,
sin embargo, esta ronda solo se trataba de responder preguntas sobre la leyenda.
Cada respuesta correcta involucraba bajar un peldaño y los 2 primeros equipos
que llegaran al último peldaño con 3 respuestas correctas pasaban a la fase
siguiente que se realizaba en otra zona del estudio.
Kerk Fogg, trolleando a los pendex
Los “Juegos del Templo” eran las competencias más físicas y variadas
entre equipos, con una duración no mayor a 60 segundos. En cada una de ellas
los concursantes se hacían de “medallones de vida” que les servirían como
comodines en caso de ingresar al templo y ser atrapados por los guardias.
El equipo con más medallones llegaba a la última instancia y la más adrenalínica, el ingreso al Templo, pero más conocida como “El Laberinto”. Uno de los 2 concursantes debía explorar el templo para recobrar el objeto perdido, un recorrido que era dificultado debido a que el jugador debía realizar distintos mini desafíos para pasar de una estancia a otra como girar perillas ocultas, armar una estatua, trepar etc. (donde se evidenciaba que todo era de goma eva) o porque se encontraba con un guardia, personaje que podía sacarse de encima dándole un medallón.
Pero cuando se encontrara a otro guardia, el concursante debía salir del templo y su compañero debía ingresar a terminar la tarea en el punto en que el otro quedó. Pero no todo era tan malo, porque también podían encontrar medallones en el recorrido. Recorrido que se iba indicando en pantalla a través de un especie de corte al templo awwww. Al encontrar el objeto, las puertas se abrían y los guardias desaparecían. Si el concursante lograba salir con el objeto en la mano antes de cumplirse 3 minutos, el equipo se adjudicaba la victoria y los premios.
En el Templo uhhh
El equipo con más medallones llegaba a la última instancia y la más adrenalínica, el ingreso al Templo, pero más conocida como “El Laberinto”. Uno de los 2 concursantes debía explorar el templo para recobrar el objeto perdido, un recorrido que era dificultado debido a que el jugador debía realizar distintos mini desafíos para pasar de una estancia a otra como girar perillas ocultas, armar una estatua, trepar etc. (donde se evidenciaba que todo era de goma eva) o porque se encontraba con un guardia, personaje que podía sacarse de encima dándole un medallón.
Ctm, noooo!! Es una precuela de Estudiantes vs. Pacos pregunta
Pero cuando se encontrara a otro guardia, el concursante debía salir del templo y su compañero debía ingresar a terminar la tarea en el punto en que el otro quedó. Pero no todo era tan malo, porque también podían encontrar medallones en el recorrido. Recorrido que se iba indicando en pantalla a través de un especie de corte al templo awwww. Al encontrar el objeto, las puertas se abrían y los guardias desaparecían. Si el concursante lograba salir con el objeto en la mano antes de cumplirse 3 minutos, el equipo se adjudicaba la victoria y los premios.
Competidores: 6 equipos de 2 niños,
siempre un chico y una chica.
Escenografía: Una especie de ruina
inserta en una selva, que semejaba un templo perteneciente a una cultura que
era un mix de civilizaciones latinoamericanas prehispánicas.
Cualquier niño que haya visto
Nickelodeon en los 90, vio Leyendas del Templo Escondido y soñó con ser parte
del programa. 6 equipos que competían en una escenografía que semejaba una
pirámide azteca o maya de goma eva, que incluía pasadizos, lianas, enredaderas,
una gran piscina y muchos obstáculos. En fin, un set a todo trapo que alcanzaba
para el público y los padres de los participantes, que tenían el detalle ñoño
de vestir camisetas del equipo en el que sus hijos participaban, awwww. Otro
detalle ñoño es que era conducido por Kirk Fogg (presentado en el doblaje como Keeeeerk
Fogggg), un gringo con pinta de instructor de campamento scout o un Ned
Flanders cualquiera de short caquis y camisa celeste, un tipo gritón como él
solo que explicaba pacientemente en qué consistían los desafíos a los niños
cuando no entendían (no los culpo) o los retaba cuando apretaban el botón para
responder solo para adelantarse al otro equipo, pero no cachaban una.
Además, cada secuencia y pase a comerciales terminaba con la toma de un sol o rostro azteca-maya-inca-olmeca “esculpido” en la pirámide de goma evars xD. Quizás lo más acertado y que hizo tan querible al formato, fue el barniz histórico - mítico - universal dado por la leyenda del día que contaba el Gran Sabio, instancia en la que se basaban las preguntas y el desafío final, dictando cual era y donde estaba el objeto histórico perdido que debían rescatar. Sin esa narrativa, la estructura compleja, que mezclaba distintas etapas que involucraban zonas específicas del set como los peldaños de saber o el templo con pruebas físicas en tiempos reducidos, carecía de sentido.
Los equipos también tenían brillo, dado por nombres ad - hoc y llenos de cuento como Barracudas Azules (mi equipo favorito), sus fieros rivales las Serpientes Plateadas, los winners Jaguares Rojos, los odiosos y pencas -a mis ojos infantiles- Monos Verdes y rivales ACuenta como las Iguanas Naranjas y las Cotorras Púrpura, quienes rara vez llegaban a las etapas superiores aww #desigualdad. Una competencia infantil muy adrenalínica que varias veces terminó con los jugadores con llanto y con nosotros, los espectadores, cabizbajos al ver que el concursante de turno no lograba salir del templo antes de los 3 minutos.
Equipos bacanes y equipos #ACuenta
Además, cada secuencia y pase a comerciales terminaba con la toma de un sol o rostro azteca-maya-inca-olmeca “esculpido” en la pirámide de goma evars xD. Quizás lo más acertado y que hizo tan querible al formato, fue el barniz histórico - mítico - universal dado por la leyenda del día que contaba el Gran Sabio, instancia en la que se basaban las preguntas y el desafío final, dictando cual era y donde estaba el objeto histórico perdido que debían rescatar. Sin esa narrativa, la estructura compleja, que mezclaba distintas etapas que involucraban zonas específicas del set como los peldaños de saber o el templo con pruebas físicas en tiempos reducidos, carecía de sentido.
Go Barracudas!!!
Los equipos también tenían brillo, dado por nombres ad - hoc y llenos de cuento como Barracudas Azules (mi equipo favorito), sus fieros rivales las Serpientes Plateadas, los winners Jaguares Rojos, los odiosos y pencas -a mis ojos infantiles- Monos Verdes y rivales ACuenta como las Iguanas Naranjas y las Cotorras Púrpura, quienes rara vez llegaban a las etapas superiores aww #desigualdad. Una competencia infantil muy adrenalínica que varias veces terminó con los jugadores con llanto y con nosotros, los espectadores, cabizbajos al ver que el concursante de turno no lograba salir del templo antes de los 3 minutos.
Bonus: Supermatch
(Australia,
emitido por La Red)
De que se trataba la
competencia (con ayuda de este gran post que encontré por ahí): Este programa toma como referente
al formato original “It’s a Knockout”, que
-era que no- es británico y la versión francesa “Jeux Sans Frontiers”. En cada capítulo, una ciudad diferente representaba
a cada uno de los 4 estados titulares, enfrentándose jugando a eventos bastante
extremos (por lo que recuerdo) y la ganadora del episodio ganaba una importante
cantidad en metálico, mientras competía con las demás ciudades de su estado que
participaron y participarían en esa temporada. Al final de ella, se elegía el
mejor puntaje general por estado y ese participaba en la gran final.
Aprendiendo geografía con Supermatch
Los equipos: 4 equipos de adultos
que representaban a estados australianos: Victoria, New South Wales, Queensland
y South Australia, diferenciados por los clásicos Azul, Rojo, Amarillo y Verde,
respectivamente.
Escenografía: Un estudio
masivo, tipo estadio olímpico con graderías mecano y el tablero de resultados.
Detalle memorable: La
estética super 10 + La clásica paleta cromática del ludo: rojo, verde, azul y
amarillo.
#Emoción
En principio, este post sería una trilogía de concursos noventeros, sin
embargo, recuerdo tan poco de él y me costó tanto pillar información que lo
dejé como bonus. Quizás ya olvidado en Chile, Supermatch fue el primero de
estos programas en captar mi atención y desatar en mí un secreto fanatismo,
pues a esa hora de la tarde, nadie más veía tele en mi casa. Y un programa tan
extranjero en un horario tan anónimo (tipín 5-6 de la tarde) no les haría
cambiar de idea.
Un estadio olímpico albergaba esta competencia de 4 equipos, que representaban a estados australianos: Los azules de Victoria -el único dato que recordaba al tratar de empezar a escribir esto, el nombre y color de mi equipo favorito-, los rojos de New South Wales, los verdes de South Australia y los amarillos de Queensland.
Onda como si compitieran comunas como Ñunoa, Talcahuano, Pozo Almonte y Punta Arenas representando a la Región Metropolitana, la Región del Biobío, la Región de Tarapacá y la Región de Magallanes, respectivamente, súper #descentralizado y #representativo. Recuerdo que el conductor de esta especie de Los Autos Locos en clave maratón olímpica –O Wacky Races para bilingües como F- era un señor mayor tipo comentarista de futbol de Fox Sports.
Una competencia cuya estructura y desafíos no recordaba en detalle, pero cuyos episodios no eran auto conclusivos y los resultados semanales eran los que valían, dándole un toque “bigger than life”. Cada desafío cumplido implicaba dinero para el equipo, cantidad que se mostraba en un gran tablero tipo estadio. Ver equipos de adultos con trajes fomes de un solo color compitiendo fieramente en una escenografía mal iluminada no le quitaba atractivo, ni magnetismo al programa. Ver el tablero que indicaba el monto al final era un momento culmine, casi como cuando muestran la última cifra de cada Teletón. Pensar que tanta pasión devino en formatos descafeinados como Calle 7 es para llorar. C
Antigüedad
Un estadio olímpico albergaba esta competencia de 4 equipos, que representaban a estados australianos: Los azules de Victoria -el único dato que recordaba al tratar de empezar a escribir esto, el nombre y color de mi equipo favorito-, los rojos de New South Wales, los verdes de South Australia y los amarillos de Queensland.
Héroes modernos...o no tan modernos =(
Onda como si compitieran comunas como Ñunoa, Talcahuano, Pozo Almonte y Punta Arenas representando a la Región Metropolitana, la Región del Biobío, la Región de Tarapacá y la Región de Magallanes, respectivamente, súper #descentralizado y #representativo. Recuerdo que el conductor de esta especie de Los Autos Locos en clave maratón olímpica –O Wacky Races para bilingües como F- era un señor mayor tipo comentarista de futbol de Fox Sports.
El tablero y los concursantes rojos de NSFW
Una competencia cuya estructura y desafíos no recordaba en detalle, pero cuyos episodios no eran auto conclusivos y los resultados semanales eran los que valían, dándole un toque “bigger than life”. Cada desafío cumplido implicaba dinero para el equipo, cantidad que se mostraba en un gran tablero tipo estadio. Ver equipos de adultos con trajes fomes de un solo color compitiendo fieramente en una escenografía mal iluminada no le quitaba atractivo, ni magnetismo al programa. Ver el tablero que indicaba el monto al final era un momento culmine, casi como cuando muestran la última cifra de cada Teletón. Pensar que tanta pasión devino en formatos descafeinados como Calle 7 es para llorar. C
Estimado... te falta uno que era infaltable en las tardes de sabado en TVN... GLADIADORES AMERICANOS.
ResponderEliminarGracias por el aporte...pero la verdad nunca vi Gladiadores Americanos, por eso no la comenté. Debe ser porque no soy un estimado, si no una estimada y como buena niña no pescaba mucho la lucha libre xD. Saludos!
ResponderEliminarC
Muchas gracias, llevaba mucho tiempo tratando de acordarme de Supermatch jaja!
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