Iron & Wine abandona lo amateur y se consagra con Ghost On Ghost,
el Teen Dream de 2013
Casi dos años después de Kiss Each Other Clean, específicamente
en el pasado mes de abril, ha salido el nuevo trabajo de Samuel Beam, conocido musicalmente como Iron & Wine. Kiss Each
Other Clean obtuvo críticas generalmente favorables y para esta humilde
redacción cumplía con los requisitos, entre ellos un buen puñado de canciones
adorables, para estar merecidamente entre los 23 mejores discos de 2011. En ese entonces dijimos de él “(...) A su
receta folk le agrega toques de jazz, funk, arreglos setenteros y otros
instrumentos. En sus melodías incluye baladas, medios tiempos y canciones
compuestas. Para algunos es una pérdida de su esencia, para otros Kiss Each Other Clean es Iron & Wine apuntando maneras para
consolidar su estilo definitivo”.
Ahora tenemos la
oportunidad de analizar Ghost On Ghost
en detalle para descubrir cuál fue el rumbo musical seguido por el
norteamericano y que tan acorde con nuestras (altas) expectativas resulta este
nuevo esfuerzo. Mención aparte a su interesante portada que toma una fotografía
de la serie Private Views de la
fotográfa Bárbara Crane y la captura
en el marco más barroco que pueda existir, en una actitud muy Iron & Wine, por cierto.
El disco abre con 1. Caught In The Briars, cuya partida
falsa nos recuerda un poco a la locura de KEOC.
Una composición con cuerdas y folk pop limpio, endulzado con bronces y unos
coros deliciosos que hacia el final se desintegra en una improvisación de corte
jazz, haciéndonos dudar –para bien- de lo que pueda venir después. Un buen
comienzo.
“Someday I know you'll
never leave me/ but we're far from that hard light tonight”
2.
The Desert Babbler es más
dulce y agrega orquestación a la fórmula de su antecesora. Una melodía perfecta
que fluye mientras habla de una despedida. A pesar que el día del reencuentro
definitivo con esa persona está aún muy lejos de ocurrir, el narrador mira con
cariño el tiempo compartido a través de un hermoso puente final.
“And I'll only lie when you
don't want the truth/ I'm only frightened 'cause you finally gave me something
to lose”
La buena racha sigue con 3. Joy, que es el momento intimista
del disco. La voz de Beam se despoja
de casi toda la instrumentación logrando un sonido casi acuático para hacer una
declaración de amor tan sencilla como esta canción, y no por eso menos válida. No
es para nada una “sentida y tonta melodía” como dice su letra.
“And
he's jealous of me and what we've got/ He can buckle his belt/ He can shine his
shoes/ But he can never end up where I found you”
Tras Joy, 4. Low Light Buddy of Mine sigue por
la senda soft pop con mayor énfasis en las percusiones y con el fraseo típico
de Beam. Su letra habla de un amigo celoso de la relación del narrador y su
novia: “Porque yo te amo y tú me amas/
Entonces ambos nos estancamos y ambos nos liberamos” Y tenemos otro puente
increíble vía saxofones. Low Light... funciona
como un puente entre la prístina ensoñación de Joy y el hit indiscutido del álbum. 5. Grace For Saints and Ramblers destaca inmediatamente por su
ritmo, un uptempo rápido y alegre. Su letra es una de las composiciones clásicas
de I&W, donde tras una
enumeración de escenas y situaciones inconexas, tal como en el tema homónimo de
su disco anterior, reflexiona que: “Finalmente
todo se reduce a ti y a mí”. Coros maravillosos en forma de aaahs y uhhhs atacan
de nuevo.
“There
were sleepless dreamers, doomsday preachers/ The message and the messenger, the
gun beneath the register”
Tras este radiante
momento, la elegancia fúnebre de 6. Grass
Widows es un buen contrapeso con su refinado jazz, coros e instrumentos de bronce,
el último eslabón maestro antes de la única sección débil de Ghost On Ghost: Las 2 canciones que
revisitan Caught In The Briars.
“Like we saw black,
like we saw black and blue/ You pressed a pillow full of snow on my bruise”
7.
Singers and the Endless Song Su
primera frase la une con la canción que abre Ghost On Ghost y quizás no guste de
primera porque su musicalización es más intensa, creando un muro de sonido con
un efecto grandilocuente, donde la estructura de las estrofas casi no varía,
haciéndose repetitiva. 8. Sundown (Back
In the Briars) es un breve interludio, el único del álbum, que toma un
extracto puntual de Caught In The Briars, con una melodía bastante más libre.
Ojo con el final donde los saxofones “florecen” en el momento más folk del
disco. 9. Winter Prayers es otra
balada bella, más lenta, desnuda y triste que Joy, haciéndole honor bellamente
a su título. Es una buena antesala a la que considero la mejor canción del
disco.
"Nothing
begs for a name/ Nothing wants to stay the same/And nothing's
broken"
En 10. New Mexico’s No Breeze la
añoranza inicial con que Beam cuenta la historia de la partida de una persona “muy
adolescente para ser tan impresionante” es contrarrestada por las notas ácidas
de la estrofa (“And your friends, and their friends...”), mezclando emociones.
El crescendo en esa estrofa termina por hacer la canción enorme y sacarla de la
categoría de previsible. El piano tras la frase “They saw you leaving” está
hecho por una mano divina. Es perfecta.
I came to you,
and you to me/ And then we lost our old lovers’ revolution but it started
again/ Now we’re one.
11.
Lovers Revolution es el
momento “loquillo” clásico de Iron &
Wine que estuvimos esperando durante todo Ghost On Ghost. Para aquellos que no extrañaban esa faceta barroca,
me atrevo a decir que igualmente les gustará este tema por el in crescendo y el
acelerando perfectamente manejados con esos increíbles “Ahhhhhs”. Los fans de Homeland
(sabrán lo que digo) sentirán que han entrado a hurtadillas a la casa de Carrie
Mathison. Finalmente 12. Baby Center
Stage comienza sin pretensiones y termina siendo un final más grande que la
vida, que te emociona cada vez que la escuchas. Especialmente el coro “en tus
días sin descanso...en tus noches sin descanso”, que es como sentir el mejor
abrazo del mundo tras un día de mierda. Con un puente final que Coldplay ya
debe estar ideando como copiar y que pase piola, demás que la usan para
finalizar algún capítulo emotivo de alguna serie del prime.
“In your restless
nights/ We both swung blind,/ Somehow falling into the light”
Este
álbum mantiene su nivel a través de 12 canciones, que constituyen un todo
cohesivo y coherente, una paradoja, porque sus partes son perfectamente distinguibles
y variadas. Esa acertada secuenciación de no más de tres temas que rematan en
uno más emotivo o calmado hace que este álbum sea una especie de montaña rusa,
donde aprecias tanto el trayecto, como los altos (melodías alegres, más
instrumentadas) y los bajos (lentos, canciones más sencillas). Además, sigue el
mejor camino evolutivo de los trazados en Kiss Each Other Clean, prescindiendo
de las florituras musicales que a ratos se hacían excesivas, sin abandonar los
elementos líricos que caracterizan a Iron & Wine: las referencias
religiosas y geográficas, (hermanándolo en ese y otros aspectos con el
Destroyer de Kaputt), la añoranza del amor adolescente y esas estrofas
interminables que rematan en frases fatales. Melódicamente, no se restringe en
cuanto a los estilos: desde el jazz desatado, al folk más sencillo pasando por
el soft jazz.
New Mexico's No Breeze
Se
ha criticado que este disco provoca cierto rechazo inicial por ser “demasiado
dulce/ hermoso”. Pero para mí su belleza no es vana ni su dulzura empalagosa,
si no que son características que nacen espontáneamente de cada partícula, cada
nota, cada palabra. Como en Teen Dream de Beach House cada melodía agridulce
nacía de una desilusión, acá la hermosura –y la maravilla- nace de los recuerdos
de amores, épocas y lugares idealizados, donde el sol jamás se pone en un
eterno crepúsculo. Ghost On Ghost no
va a torcer el curso de la música indie, pero tiene todos los ingredientes para
ser un disco atemporal que será escuchado, amado y atesorado con devoción, pues
ha sido hecho para ello. C
Nota: 90/100
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