martes, 7 de mayo de 2013

Phoenix / Bankrupt!

Bodegón estilo indie rock francés?
La banda francesa Phoenix regresa luego de casi 4 años después de Wolfgang Amadeus Phoenix, el album que los consolidó como una de las bandas de indie-rock más importantes del mundo. Así la expectación creada en torno a Bankrupt!, su quinto album, ha sido bastante, al menos en los medios especializados. Sin embargo, Entertainment, el primer single, despertó ciertas dudas, en especial, por la discutible elección de arreglos orientales mezclados con una propuesta algo continuista de su anterior album, combinando sintetizador más guitarra. Para los que se asustaron con esta canción, se pueden tranquilizar porque el album contiene mucho mejores temas. Pero, por otro lado, su propuesta musical se aleja de lo que muchos podrían esperar. El análisis, después del salto.

En primer lugar, esos arreglos orientales que resultan algo discutibles y un poco odiosos en Entertainment, no son un elemento aislado dentro del album y se encuentran presentes en varios momentos como The Real Thing o Drakkar Noir, aunque lejos del protagonismo que tienen en Entertainment. Así, funcionan como un elemento unificador y que da coherencia a esta selección de canciones, lo cual puede ser una elección estética discutible pero que ayuda a crear identidad a Bankrupt! como album. Y su coherencia estructural es uno de los elementos a destacar de este disco.

Entertainment/ Show them what you do with me/
When everyone here knows better/ What I once refused to be

Luego de Entertainment, la primera parte del album se compone de canciones que mantienen un sonido similar con una mezcla de clásicas guitarras Phoenix, sintetizadores, la voz en falsete de Thomas Mars y pegajosos coros pero cada una de ellas logra hacerse identificable de forma bastante inmediata. The Real Thing es quizás la menos destacable pero es bastante correcta y es un grower, mientras SOS in Bel Air y Trying to be Cool son potenciales hits, con coros bastantes pegajosos. Las relaciones amorosas parecen ser el hilo conductor de estos tres temas. Relaciones rotas en The Real Thing, líneas que no se deben cruzar pero son demasiado tentadoras en SOS in Bel Air y pretender ser cool para la conquista en Trying to be cool


And you can't cross the line / But you can't stop trying  

Bankrupt, el corte que da nombre al disco, es un simil al Love Like a Sunset de Wolfang Amadeus Phoenix. Es una especie de intermedio, cuya primera parte es enteramente dominada por sintetizadores y teclados, con una atmósfera electrónica en aumento pero que en cierto momento toma un camino completamente inesperado y algo caótico y uno siente que el track pierde un poco el rumbo. En su segunda parte, aparece la voz de Thomas junto con tranquilos acordes de guitarra, luego del caos, para criticar a los jóvenes ricos y reiterar que se ha hecho justicia. Un corte de 7 minutos que quizás podría haber sido mejor aprovechado pero interesante por su experimentación musical.


Cool / I'm trying to be cool / All because of you (Trying to be cool)
Scandinavian leather / Drakkar Noir / Fake riches, oblivious tales,/
On a domestic airline / Swear to God you're mine (Dakkar Noir)

Siguiendo la misma línea rítmica planteada por Trying to be Cool (si uno ignora Bankrupt se siente bastante continuidad), llega a Drakkar Noir, otro punto fuerte del album. Continuamos con la idea de la falsedad, esta vez con nombre de perfume para seducir. Curiosamente (e intencionalmente), Drakkar Noir esta enlazada de forma excelente con el tema siguiente, Chloroform, mucho más lento, donde Thomas nos dice que su amor es tóxico, cruel y mentiroso. Don't, el octavo track y otro punto destacado, vuelve a un ritmo más animado pero sigue hablándonos de una relación asfixiante y el temor a construir algo serio. 


Don't swear that it is your fault / You're sophisticated /
I saw the chandelier / I'm foreign and under stress / 
Whatever we're too close to "serious"

Más críticas a la joven burguesia se vienen en Bourgeois, el tema más "experimental" del disco, donde no hay guitarras ni baterias, y que quizás habría sido un buen punto final . La última canción, Oblique City, se siente un poco de sobra (quizás podría haber ido antes de Bourgeois), aunque no esta mal. Mars sigue en su crítica social, esta vez contra los iconos mediáticos como Coca Cola, y se siente solo y superado, mientras recorre ciudades sin nombre. 


How could I have missed that one? / How could I have missed it?/
Am I the only one / Your Lancelot?

Queda la sensación que esta nueva apuesta de Phoenix no es capaz de superar la sombra del Wolfgang Amadeus Phoenix pero tampoco es un album fallido ni poco inspirado. Entre sus discursos críticos a la sociedad materialista, la fama y sus reflexiones sobre las relaciones de pareja, Bankrupt! es un disco bastante sólido en su estructura y propuesta. Los ritmos animosos clásicos de Phoenix de los que nos enamoramos en If I Ever Feel Better o Everything is Everything siguen ahí presentes sólo que con nuevas arreglos musicales y pensamientos algo más desencantados. Quizás no parezca muy innovador a la primera escucha pero es un disco que te conquista con el tiempo y se pasa prácticamente volando, convirtiéndose en una compañía perfecta para una tarde de trabajo/estudio o una simple caminata. F

Canciones imprescindibles: SOS in Bel Air, Trying to Be Cool, Dakkar Noir, Don't
Nota: 80/100

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