Shin Sekai Yori es un anime fuera de lo convencional. Mientras gran parte de las series que existen en la actualidad están basadas en populares mangas, a veces de incierta duración, o en "light novels", SSY corre el riesgo de adaptar de manera fiel una novela publicada el año 2006, destacada por la crítica japones, aunque desconocida en el mundo occidental. Como siempre la adaptación literaria es un riesgo. Por muy bueno que sea el material de partida no faltan las adaptaciones desabridas o que tergiversan lo que quiso decir su autor (te estamos mirando a ti, La Brújula Dorada). Afortunadamente, SSY cayó en buenas manos y es probablemente lo más provocador, oscuro y original que hemos visto en años en el mundo de la animación japonesa. Acá revisamos las razones para verla y analizamos sus fortalezas y debilidades. Libre de spoilers significativos hasta el punto 5.
1.- Un mundo único y original. El "nuevo mundo" al que alude el título de esta serie se encuentra a mil años de nuestro futuro, pero en vez de tratarse de mundo altamente tecnológico y desarrollado, la primera impresión nos remite a un Japón rural y fragmentado en pequeñas aldeas. Es un mundo profundamente alterado debido a la aparición de personas con poderes telepáticos, los cuales desataron un espiral de violencia y muerte, derivando en una gigantesca disminución de la población mundial. La serie nos muestra como funciona una sociedad "futurista" que ha desarrollado cuestionables métodos para controlar dichos poderes partiendo desde la infancia. Así, nuestros protagonistas son 5 niños que paulatinamente van descubriendo los terribles métodos usados por los adultos para mantener la paz en su aldea y se ven enfrentados a trágicas situaciones y decisiones con el fin de sobrevivir.
Maria y Satoru, responsables de la tragedia |
2.- Buen ritmo narrativo. Una de las ventajas de adaptar un material terminado como una novela, en comparación a un manga, radica en la posibilidad de distribuir de manera adecuada la narración, sin caer en la tentación de rellenar con tramas innecesarias. Shin Sekai Yori esta dividida en tres arcos narrativos, situados en distintas épocas de la vida de Saki, narradora y protagonista de esta historia. Nada sobra en estos arcos, cada fragmento de información revelado termina siendo clave para eventos futuros.
Los capítulos tienen la rara característica de pasar prácticamente volando, a pesar de que muchos de ellos revelan grandes dosis de información. Si hay un pecado en esta eficiencia narrativa, es que a ratos se deja de lado el desarrollo de personajes, lo que también puede ser atribuido a la narración en primera persona, que nos priva de atestiguar ciertos acontecimientos que podrían haber sido aporte. Aún así, SSY administra de forma envidiable su limitada duración de 25 capítulos y transforma cada episodio en una experiencia única, con un desarrollo completamente impredecible. El final es de una perfección envidiable (que comentaremos más adelante).
Lugar común: los niños navegando en el río. |
Saki, diseño de personaje versión capítulo 10 |
Animación pobre pero fondos espectaculares |
Diseño de personajes irregular pero mucha creatividad |
Mención aparte la banda sonora que mezcla coros infantiles, oscuras melodias electrónicas que acentúan los momentos de tensión y tristes baladas acompañadas de violin. De hecho, me gustó tanto que descargué los 2 CDs que componen el OST. Aunque la serie no posee opening (no pierde el tiempo rellenando un minuto y medio con música), el primer ending es una pieza bastante original (no así el segundo, que es más genérico) y una secuencia de animación bastante buena para ser un ending.
4.- Oscura y sin misericordia. Si bien su diseño de personajes puede llevar a pensar que se trata de una historia infantil y de aventuras, basta ver los primeros minutos de la serie para entender que se trata de una serie que no tiene miedo de la sangre y matar personajes. Advertencia: la serie no tiene piedad con sus personajes, incluyendo sus protagonistas. La única que tiene su supervivencia relativamente asegurada es Saki, quien está narrando la historia pero hasta el último capítulo uno tiene la duda si es un testimonio post-mortem, si es la única sobreviviente o hay algo así como un final feliz. Les aseguró que la resolución de la serie es muy distinta a lo que uno esperaría pero con un resultado completamente satisfactorio.
4.- Oscura y sin misericordia. Si bien su diseño de personajes puede llevar a pensar que se trata de una historia infantil y de aventuras, basta ver los primeros minutos de la serie para entender que se trata de una serie que no tiene miedo de la sangre y matar personajes. Advertencia: la serie no tiene piedad con sus personajes, incluyendo sus protagonistas. La única que tiene su supervivencia relativamente asegurada es Saki, quien está narrando la historia pero hasta el último capítulo uno tiene la duda si es un testimonio post-mortem, si es la única sobreviviente o hay algo así como un final feliz. Les aseguró que la resolución de la serie es muy distinta a lo que uno esperaría pero con un resultado completamente satisfactorio.
Ni los perros se salvan de la tragedia |
Por otro lado, a medida que los niños crecen, se trama se va volviendo más cruda y oscura, especialmente en el último tramo de la serie. El capítulo 19 es digno de una buena película de terror, con una misteriosa entidad (desconocida hasta este punto) que persigue a los protagonistas dentro de un lugubre hospital. Los 20 minutos más tétricos que he visto desde aquella joyita de terror llamada Shiki.
El terror se hace presente en SSY.
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SPOILERS desde ahora! Por un lado, para mantener la paz dentro de este grupo de humanos con poderes mortales, se ha creado un mecanismo que impide matar a otros humanos de forma deliberada ("Death Feedback") y para evitar que surjan comportamientos violentos, se han hecho modificaciones genéticas para que el comportamiento sexual sea similar al de los bonobos, primates que para alivianar el estres tienen sexo con cualquier individuo de su comunidad, independiente de su género o relación sanguínea.
Por otro lado, el gran temor de la sociedad de la serie es el surgimiento de psíquicos anormales, que pierden el control de sus poderes y no pueden ser controlados via Death Feedback. Para evitar alguna tragedia, los niños son fuertemente controlados via hipnosis y vigilados continuamente. Todo aquel que muestre debilidad o comportamientos inadecuados es hecho desaparecer. De todo modo, la "pacífica" sociedad de SSY es una dictadura, sostenida por el temor a un poder incontrolable.
Definitivamente no es un anime para niños... |
6.- Discurso open mind o polémica gratuita? La serie nunca para de sorprendernos y/o horrorizarnos con los métodos de una sociedad que ha roto todos los límites éticos con el fin de sobrevivir. Uno de los acontecimientos más polémicos y chocantes de la serie ocurre en el capítulo 8, que probablemente hizo desistir a muchos de seguir la serie. Este capítulo nos ofrece un salto temporal a la adolescencia de nuestros protagonistas y nos muestra una sociedad que estimula las relaciones homosexuales durante esta edad, lo que quizás deba ser entendido como un distorsionado método de control de natalidad en una sociedad hipersexualizada o simplemente como una sociedad totalmente open mind. Ninguna de las dos opciones es establecida claramente en la serie, lo cual puede escandalizar a más de algún alma sensible y poco tolerante.
El momento WTF del capítulo 8 |
7.- Un final de antología. El acto final de la serie nos lleva a un enfrentamiento entre los humanos y los Bakemonozumi (o Monster Rats), seres introducidos en el primer arco de la serie como servidores leales de los humanos pero que deciden revelarse de la mano del manipulador Squaler/Yakomaru, quien encuentra un arma de triunfo en el hijo de Satoru y Maria, "Akki", ambos desaparecidos al final de segundo arco.
Akki mata indiscriminadamente a todo ser humano encuentra en su camino lo que hace pensar que se trata de un "Fiend", un humano que ha perdido control de su poder. Sin embargo, es Saki quien logra descubrir que Akki ha sido criado como Bakemonozumi (con ayuda de Shun, que al parecer vive dentro de su subconsciente) y logra vencerlo valiéndose del Death Feedback, gracias al sacrificio de Kiroumaru. Un personaje del que se nos hace dudar en los últimos capítulos pero termina revelándose como el más noble y admirable de toda la serie.
Víctima o victimario? |
Squealer, el mejor villano del último tiempo |
Y es que si bien hasta ahora, toda esta rebelión de Squealer parece fruto de su ambición, el último capítulo toma un riesgo y en vez de ser capítulo lleno de acción dedicado a la resolución del conflicto, se dedica a ser un epílogo que nos revela una verdad, que si bien podía ser predecible, su revelación en este punto le da a la serie un nuevo significado. El hecho de que los Bakemonozumi sean aquellos humanos sin poderes que fueron modificados para que el sistema del Death Feedback permitiera los humanos con Cantus seguir abusando de ellos sin correr riesgo, le da un aire agridulce a este final.
Squealer es humillado, juzgado desnudo ante los humanos, clamando ser un humano y recibiendo burlescas risas de vuelta. Fue el villano por gran parte de la historia pero su derrota se siente injusta. Una derrota con ecos a los flashbacks observados en los primeros episodios, donde veíamos a los humanos sin poderes luchando para derrocar a uno de sus crueles emperadores. Saki finalmente comprende estas motivaciones y decide detener el cruel castigo al que es sometido Squealer.
10 años después, por fin vemos a Saki y Satoru disfrutando de una vida feliz, con la esperanza de poder mejorar su sociedad, para el hijo que ambos esperan. A pesar de sus limitaciones, ellos simbolizan lo bueno que aún queda en la humanidad, con la capacidad de criticar un sistema cruel y sin límites éticos. La ambiguedad moral que nos deja este desenlace y una acertada escena final musicalizada con la sinfonía Nº9 de Dvorak, titulada From the New World, lo convierten en uno de los finales más redondos y perfectos que he visto en el último tiempo y probablemente en mi vida.
En resumen: Shin Sekai Yori es una serie tremenda, potente, que no dejará a nadie indiferente. Es oscura, compleja y pone en discusión diversas preguntas morales pero sin ser moralizante, dejando las respuestas al teleespectador. A pesar de sus limitados recursos, es un trabajo apasionado y dedicado para todo aquel que se considere un fanático del anime. Sencillamente imperdible. 90/100
Squealer, sometido a juicio y humillado |
Tiernos pero mortales. |
El trailer
En resumen: Shin Sekai Yori es una serie tremenda, potente, que no dejará a nadie indiferente. Es oscura, compleja y pone en discusión diversas preguntas morales pero sin ser moralizante, dejando las respuestas al teleespectador. A pesar de sus limitados recursos, es un trabajo apasionado y dedicado para todo aquel que se considere un fanático del anime. Sencillamente imperdible. 90/100
Gracias por la reseña, a mi tambien me gustó mucho el anime y tambien la música. Ojalá sea tan buena como la novela en la que se basa, que no tengo la oportunidad de leer porque no sé japonés que pena..... en fin linda serie
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