sábado, 30 de agosto de 2014

Lykke Li - I Never Learn


Darks

No podemos dejar de mencionar que hace 3 años atrás, la reseña que F hizo del segundo álbum de Lykke Li, Wounded Rhymes, fue la reseña más popular de ese año con más de 600 visitas en su momento y 1500 a la fecha de hoy. Muchos de los hits de ese álbum como I Follow Rivers, Get Some o Sadness Is A Blessing ya son clásicos contemporáneos y parte del repertorio personal de muchos de nosotros. A estas alturas, con apenas dos discos, Lykke Li es un nombre consolidado del indie, con poco que demostrar. Hoy comentamos I Never Learn, el escueto álbum que, según palabras de la misma cantante, cierra esta trilogía donde ella quiso realizar la “crónica de una mujer en sus veintes y su búsqueda del amor y de sí misma” tras el mayor quiebre sentimental de su vida. Ufff, pobre Lykke :'(.


I Never Learn se inicia sin rodeos con la poderosa canción homónima, que parece brotar desde la profundidad de la tierra. La monotonía de la voz metálica de Li, se funde con la música solo hasta el estribillo y el coro, donde se alza hasta deshacerse en un dulce puente orquestado. Logra transmitir el arrepentimiento de Li por traicionar a su pareja (por un destello pasajero) y el apremiante guitarreo hace sentir como si los árboles deshojados, las nubes y la tormenta cantaran con ella.

"Where the blue moon shines/ where the tears melt ice / in a sea of guilt/ by the fallen stars"
“Donde brilla una luna triste/ donde las lágrimas derriten el hielo/ en un mar de culpa/ junto a las estrellas caídas”

No Rest For The Wicked. Dulzura y épica a partes iguales crean un clásico instantáneo y una de las canciones del año. Una intro de teclado que se graba a fuego en la memoria, da paso a la voz de Li, íntima, como si contara un cuento...hasta que deja caer ese “Lonely I, I’m so alone now” que marca el punto de inflexión para un coro e instrumentación más grandes que la vida. Su letra deja ver que ella hirió a su pareja y quisiera remediarlo, pero sabe que es imposible y también, que es capaz de volver a hacerlo. No puedo dejar de mencionar su video perfecto de un amor tierno, sufrido e imposible.

"Lonely I, I'm so alone now"
"Sola yo, estoy tan sola ahora"

Tras la épica de la canción anterior, el sosiego de Just Like a Dream se siente muy apropiado. La sonoridad algo marina y percusiones amenazantes, pero que jamás explotan, nos evocan la idea de una mujer sola que como un faro en la costa, llama a su ex para que vuelva con ella antes del adiós definitivo, aunque sea por un ratito. Su letra es demasiado obvia. La nocturna Silverline da paso al segundo tercio. En su oscuridad y tras misteriosas advertencias, la voz de Li da forma y brillo a esta preciosa canción, donde plantea que la existencia de ella solo se justifica para ser el complemento a la oscuridad de su amante y pide que esa dependencia-hechizo nunca se termine.

"And the shot goes through my head and back"
"Y el disparo va a través de mi cabeza y espalda"

Si la tensión solo era incipiente en Silverline, en Gunshot esta termina por estallar, haciéndole honor al significado de su título. Ese inicio subterráneo y pantanoso no adelanta la explosión en la que se convierte este tema, que combina de forma inteligente estrofas discretas con estribillos cargados de recursos melódicos. La intensidad del mensaje, pese a la letra reguleque, se comprende cabalmente y no reniega de esa vocación pop que tienen las canciones de Li. De hecho, no sé por qué Gunshot no está sonando ahora ya en todas partes.

A Gunshot, le sigue el primer quiebre del álbum, la sentida Love Me Like I’m Not Made of Stone. Cuando la escuchas por primera vez, piensas “ahh ya, la típica balada hecha a propósito para cortarse las venas”, pero basta que te pille un poquito bajoneado para soltar una lagrimita. En cuanto a la melodía, no se puede decir demasiado, pues prescinde de toda capa de efectos, excepto cuerdas, siendo la voz nasal de Li la estrella de toda la canción. Cuesta no imaginarla guitarreando en la fría Suecia (aunque hace años que no viva ahí), alternándola con imágenes de Violeta Parra tocando su guitarra bajo el sol, en paisajes tan disimiles, pero con temáticas igualmente tristes. Quiérannos como si no estuviéramos hechas de piedra, por favor.

"Go ahead, go ahead/ Love me deep, until you can't"
"Adelante, adelante/ ámame profundamente, hasta que no puedas más"

Tras la profunda emoción del tema anterior, Never Gonna Love Again inicia el último tercio del álbum, el más esperanzador-melancólico. Se inicia apropiadamente como si estuviera amaneciendo tras una noche de helada. Nos preguntamos si podrá el sol derretir la escarcha, cuando recibimos otra avalancha de épica, de la buena, así como si nada. Su melodía tranquilizadora es super engañosa, pues la letra habla de cómo la protagonista se hace la idea de que no volverá a amar tras el quiebre que inspira este trabajo. Solo puedo parafrasear a Janin Day y decir: Fuertes declaraciones, perrita.

"This time, I can't keep running away cause/ I never gonna love again"
“Esta vez, no podré seguir huyendo/ porque no volveré a amar”

Tras lo bien lograda que está la canción anterior, Heart Of Steel se siente un poco ñoña en su forzada épica y algo repetida a estas alturas de I Never Learn. Aunque posee un cierto matiz de ternura que la hace bonita, igual. No quedaría mal en Frozen, como el lado B de Let It Go. Y este álbum culmina con quizás, la canción más bonita y sin esfuerzo de todas: Sleeping Alone. Emparentada con la sobriedad musical de Love Me…, pero desprovista de su potencia, se destaca por su contención e intimidad, que se perciben genuinas y despiertan un sentimiento de profunda empatía. ¿Han visto ponerse el sol tras una tarde lluviosa en el campo? Es una luz precaria que conforta, pero no basta para saber si seguirá lloviendo. Incertidumbre y esperanza, “esto continuará”, o como quieran llamarle.

"Someday, somehow/ somewhere down the line/ If you save your heart for mine/ we'll meet again"
“Algún día, de alguna manera/ en algún lugar bajo el horizonte/ si guardas tu corazón para el mío, volveremos a reunirnos”

Por lo mismo es la mejor canción para cerrar este disco, que es muy lindo, inspirado y de una temática más universal, imposible. Acá siempre agradecemos cuando los artistas no pretenden cambiar la historia de la música, si no expresar fielmente su mensaje, en este caso, el clásico “Es mejor haber amado y perdido que jamás haber amado”.  Citando a otro tipo de escasa relevancia, un tal Aldous Huxley, “no hay grandeza en la felicidad” y Li parece saberlo de sobra. Su mayor aliado ha sido, hasta ahora, su manera de tomar sus experiencias personales o su vulnerabilidad y transmitirlas de la manera más directa posible, aunque esto implique pequeñas pifias en las letras (que a veces no tienen sentido o son demasiado simples) y la producción, que paradójicamente en este I Never Learn conviven en paz con esa vocación de himnos llena estadios que poseen muchos de sus temas.

La chica de las selfies darks

Si Wounded Rhymes a ratos dejaba de lado el tópico del desamor para escaparse juguetón y coqueto por los derroteros del electro pop, I Never Learn es más grave y ceremonioso, hasta áspero a ratos, haciéndole honor a su dramática portada. Pero lo que cautiva de este álbum es que, a pesar de su título, esa aspereza y dolor son más maduros, porque nunca están cargados de odio o venganza y no reniegan de la debilidad humana, sea en forma de arrepentimiento, egoísmo, duda o indecisión. Un trance amargo que todos hemos pasado en algún momento y que Li, pese a sentir que no volverá a amar jamás, continúa esperando lo mejor de la vida. Si en 5 años más revisamos I Never Learn, nos percataremos de que no será un reflejo del sonido del 2014, pero sus melodías se las habrán arreglado para instalarse en nuestras colecciones personales para no salir de ahí. Nos da curiosidad ver como abordará sus próximas producciones, que puede que no se refieran a un quiebre amoroso, o tengan otros sonidos, pero sin duda siempre serán fieles a la expresión de su estado interior. C

Nota: 85/100

2 comentarios:

  1. Que lindo lo que escribiste C. Muy muher. Como que te pusiste en lo zapatos de la Lykke Li. Me gustó porque ahora que lo escuche de nuevo lo haré con otro sentimiento, entendiendo mejor de lo que se trata. No tenía idea que ella había sido infiel. Espero mas análisis de discos :)

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    1. Gracias morzaconzeta por el feedback y por apoyar siempre a C & F. Se vienen más reseñas, así que atenti #ojopestañaceja

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