domingo, 30 de enero de 2011

Noches de verano sin cable: Infiltradas


Altas eran las expectativas para la nueva nocturna de CHV. Se trata de un area dramática en ascenso, sin miedo a tratar temas polémicos y con una autora, Coca Goméz, que con esfuerzo ha logrado imponer un estilo kitsch, heredero de los culebrones venezolanos. Sin embargo, luego de un debut auspicioso peleando punto a punto con los consolidados (pero no más atractivos) 40 y tantos, la apuesta veraniega se ha estancado en los 10-11 puntos de rating. Acá entregamos las claves de esta pérdida de interés de la audiencia y como podría revertirse.


1.- Nucleo central confuso y débil. El cuento de los gemelos que roban identidades es más viejo que el hilo negro pero generalmente funciona porque permite exacerbar estereotipos y generar muchos climax dramáticos (uno de los gemelos roba la identidad del otro, este trata de recuperarla y exponer el engaño, etc). El problema acá en Infiltradas es que ambas gemelas se han mantenido en movimiento y con conciencia de las intenciones de la otra y el juego se torno algo confuso y absurdo para el telespectador. 

La gemela buena con cara de decidida...
Porque si Minerva odia tanto a Atenea no la mata de una vez por todas? Porque mantuvo con vida a la hija que Atenea  supuestamente tuvo con Lucio? Las justificaciones son débiles (Minerva aparentemente disfruta con este juego sádico) y la actuación de Kathy Kowalezko es irregular y estereotipada. Se nota que lo pasa bien interpretando a la villana pero transmite una heroína siempre al borde de la histeria y del llanto. En la medida que los estereotipos se vuelvan menos tropicaloides, este nucleo podría funcionar mejor pero si la historia se sigue enredando en descubrir quien es la verdadera hija de Atenea  y Horacio, el “galán” pobremente interpretado por Felipe Braun siga dando bote poco se podrá hacer.  Además la otra posible hija del parcito es un personaje odioso y sobreactuado. Un vuelco interesante se dio hace unos días cuando el examen de ADN confirmó que Consuelo es la hija de Atenea pero Horacio no es el padre. 

La gemela mala obviamente tiene que fruncir el ceño y la boca para que sepamos que es la mala xD
RECOMENDACIÓN: Dejar fuera de circulación a la mala por un rato (que se quede en coma, pierda el habla o alguna de esas cosas que le encantan a Coca Gomez; un primer paso lo vimos esta semana cuando la encerraron en la clínica psiquiátrica) y matar a Felipe Braun a menos que por algún milagro empiece a actuar bien. O mejor aún, que se robe ideas de Mujeres de Lujo donde el duelo entre Esmeralda y Lietta efectivamente funcionaba como reloj.

Me llamo Ivanka y tengo cara de choriza....
2.- Muchas Infiltradas pero pocas interesantes. Si algo hay que destacarle a esta novela es que hubo una preocupación porque las historias secundarias de las Infiltradas realmente tuvieran importancia, a diferencia de algunas Mujeres de Lujo que parecían adornos. Sin embargo, el que mucho abarca poco aprieta dicen por ahí. El personaje de Cata Olcay nuevamente parece pegado con chicle a la historia central y no tiene un cuento interesante de fondo. Bárbara Ruiz Tagle (Juanita Ovalle en Elisa) pone toda su gama de ojos turnios y expresiones desencajadas pero ni ella misma se cree el cuento de que este enamorada de un mafioso que quedo amnésico y ciego en el primer capítulo (como musho cierto?). 

A la vigoréxica se la anduvieron cagando con el look...
A Ignacia Allamand aparte de bañarla en agua oxigenada, le dieron un personaje penca  (la típica mina ambiciosa, dispuesta a todo para ascender aunque con cierto código moral). Ella se esfuerza por darle algún matiz pero carece de una historia que la sustente. La infiltrada que salva es la revelación Maite Rodriguez, cuya gracia además de ser una mina espectacular, es que tiene una historia entretenida que engancha. No es una gran actriz pero su triangulo amoroso entre el sicario Lautaro y el policía Mikel es de las historias que mejor funciona. Aunque no es infiltrada, la policía-hacker interpretada por Marcela del Valle es un personaje que llama la atención por su fijación platónica en Minerva Magallanes pero de forma casi adolescente y que de a poco ha ido ganando pantalla con miradas de amor incondicional y la insinuación de que algo pasó con Minerva en el pasado. 

Hasta en las fotos de calidad flaite del sitio web de CHV, Maite Rodriguez se ve bonita....
RECOMENDACIÓN: Reducir o darle sentido a la misión de las infiltradas más fomes. No es necesario que anden disparando o descubriendo cosas a cada rato. Quizás si se dedicarán más a construirlas como personajes queribles darían más ganas de ver la novela. Y si de verdad quieren provocar, yo potenciaría la pareja entre Atenea y la infiltrada lesbiana, pero no creo que se atrevan a hacer algo tan vanguardista.

Oye chico, que he quedado ciego y también amnésico...
3.- Todo parece que pasa en algún país del trópico en vez de Chile. Como ya he insinuado en el resto del texto, la sutileza no es una característica de Infiltradas. Todo tiene que ser explosivo, en lo posible bien sórdido y bien sufrido. Pero tal como en una buena película, lo sórdido sólo impacta dentro de una ambientación realista, tal como lo logró eficientemente Donde esta Elisa? (2009). Si bien los Santo Domingo son una familia de clase alta, hay un esfuerzo tan de CHV de ambientar todo como novela mexicana que la visión termina siendo muy poco convincente. Tanto así que uno de los villanos es una caricaturesca mexicana (Esperanza Silva) que lo más mexicano que tiene es que repite insistentemente pinche cabrón (perdónenlos gente de México, no saben que lo que hacen o lo que dicen). 

Pos que yo soy mexicana pinche cabrón, guey, chinga tu madre xD
Así que aunque haya atisbos de genialidad en villanos como el perverso Trauco, el perturbado Lucio Santo Domingo  y su atormentado padre interpretado por Hector Noguera (mucho más convincente y menos sobreactuado que en Mujeres de Lujo) son tantos los excesos abordados por la trama (grabación de películas porno caseras, sicarios, tráfico de niños, etc) que poco es el efecto final que tiene este cóctel. 

Que sería de buena novela tropical, sin un psiquiatra pervertido que abusa de la pobre protagonista y además tiene acento argentino...
RECOMENDACIÓN: Es dentro del nucleo de la familia Santo Domingo donde los guionistas han puesto su mayor esfuerzo en construir convincentemente una historia de abuso infantil aparentemente perpetrado por el padre y sus consecuencias en la víctima. Lucio tiene todo el potencial para convertirse en un antiheroe interesante y si se atrevieran a hacer dudar a la gemela fome, sería una pareja harto más entretenida que con Felipe Braun (en realidad, cualquiera de las alternativas propuestas, sería más interesante que él). Por último, un cambio de tono hacía un thriller de suspenso tipo Resistiré (claro referente de la novela) podría ser el ingrediente necesario para convertir a Infiltradas en un producto de culto y no en la novela fallida del verano 2011.

* Las fotos de calidad asquerosa son gracias al siempre flaite sitio web de CHV y a la gente del sitio Fotech que se dan el trabajo de subirlas al menos con un marco rojo.

1 comentario:

  1. chuta me gusta la minerva pero quiero q no muera la atanea

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