La habíamos dejado botada, pero regresa una de las secciones regalonas de C & F. En este duelo pop cambiaremos un poco las condiciones de los duelos anteriores y en vez de enfrentar alguno de sus singles, confrontaremos lo logrado de sus nuevos discos. Aprovecho de aclarar que no he escuchado en forma íntegra los discos anteriores de estas cantantes, siendo un encuentro más justo que en ocasiones anteriores sin mayores prejuicios sobre ninguno de las dos. Y quienes son nuestras duelistas? La sueca Robyn y la británica M.I.A.
¿Como las conocí?
La primera vez que escuche a Robyn fue debido a mi (inusual) hábito de revisar los singles más escuchados en UK (UK Singles Charts) y al número 1 alcanzado por With Every Heartbeat el año 2008. Sin embargo, la canción que verdaderamente llamó mi atención fue The Girl and The Robot, colaboración con los noruegos Royksöpp para su disco Junior. Esa fue la principal motivación para escuchar su apuesta 2010, un álbum dividido en tres partes, del cual han aparecido dos, y llamado Body Talk.
La primera canción que escuche de M.I.A. fue la pegajosa Sunshowers de su disco debut Arular (2005) y el tema por la que quizás la mayoría la conozca es la popular Paper Planes de su segundo álbum, Kala (2007). M.I.A. lanzó recientemente su tercer disco /\/\ /\ Y /\ (Maya, para los que les cueste leer jeroglíficos como a mí) rodeada por múltiples y pequeñas polémicas que quizás empañan un poco la imagen que este deseando construir M.I.A.
¿En qué momento de su carrera se encuentran?
Robyn posee una larga carrera musical iniciada el año 1995 (tiene 31 años pero es menor que M.I.A. que tiene 35) pero recién en este último tiempo que ha logrado el reconocimiento internacional. Hay algo en su sonido que podría recordar a Kylie Minogue: electropop algo bailable, apto para todos los oídos. Body Talk viene a marcar la consolidación de este sonido, alcanzando una identidad propia indiscutible.
M.I.A. es mucho más difícil de clasificar. Sus primeros discos si mueven entre el hip hop, reggae y ritmos electrónicos, marcados además por la propia identidad mestiza de la cantante, cuyos padres son de Sri-Lanka y con polémicas letras sobre terrorismo y violencia. Maya es un disco esquizofrénico, donde por una parte busca lograr mayor éxito comercial de la mano de canciones pop más convencionales y por otra, continúa la experimentación rítmica y la preocupación sobre la violencia en Sri-Lanka.
¿Y que tal los discos?
Body Talk, es una apuesta poco común, donde Robyn según ella ha confesado ha ido compilando las canciones a medida que se han ido grabando (sin mayores ambiciones de cada parte individual) y en grupos de 8, por lo que si la tercera parte se lanza en diciembre como está presupuestado, tendríamos la nada despreciable suma de casi 24 canciones (aunque hay rumores de esta tercera parte serán nuevas versiones de las canciones existentes en las dos partes anteriores). El resultado es abrumadoramente sorpresivo y es impresionante escuchar hit tras hit.
En Body Talk Pt.1 hay temazos como la triste pero bailable Dancing on My Own, la divertida Fembot, la hipnótica Don’t Fucking Tell What To Do o la nueva colaboración con Royksöpp, None of Dem. Uno de las curiosidades es la inclusión de versiones acústicas de temas que son incorporados en las partes posteriores. Así, Hang With Me, que parecía muy interesante en la parte 1, se vuelve un todo un hit Body Talk Pt.2.
Esta segunda entrega no decepciona para nada y sigue aportando temas para el Mp4/ I-Pod. Mis preferidas son Criminal Intent (una canción que ya querría Lady Gaga, muy adictiva), Love Kills y una colaboración verdaderamente buena junto a Snopp Dogg (no como la insípida California Gurls) donde su clásico “Fuck with Me” es parte central del tema “U Should Know Better”.
La acústica de turno, Indestructible, nos demuestra su talento para cantar (no tiene una voz perfecta pero se defiende bastante bien en comparación al resto de la escena pop) acompañada de violines de fondo, sin necesidad del ya clásico sintetizador. Hay muy pocos puntos flojos en ambos Body Talk, quizás las que suenan repetitivas o poco inspiradas como We Dance To The Beat o Dancehall Queen, sin ser ambas malas canciones tampoco.
Maya no se queda atrás en cuanto a número de canciones, siendo 18 si se incluyen los bonus como el remix de XXXO junto a Jay Z (un punto común entre las cantantes pop sigue siendo la colaboración con raperos) y la canción dedicada a los periodistas, I’m a Singer (Haters).
El single XXXO me pareció demasiado pop para el estilo que hasta ahora venía presentando M.I.A. (aunque se puede entender como conveniente ironía) y la verdad es que temí que este album fuera un verdadero desastre, tratando de convertirla en algo más comercial.
Sin embargo, hay una gran gama de sonidos en este esquizofrénico disco, que navega desde canciones pop normales como XXXO o la misma Haters (mucho más lograda desde mi punto de vista), pasando por mucho pop más experimental como en Steppin Up, Teqkilla y Lovealot hasta la distorsión total de Born Free (ya comentada por C en Las 5 canciones destacadas) y Meds and Feds, la mejor canción del disco a mi parecer (y una colaboración junto a Sleigh Bells también comentados por C). Es en estos momentos donde transmite agresividad y violencia es cuando más me gusta M.I.A.
Las canciones más experimentales están bien logradas, aunque a ratos parece que fumara de lo mismo que Alice Glass de Crystal Castles. Los temas más flojos son precisamente donde trata de ser más convencional como Space y Tell Me Why, lentos y algo aburridos. Pero M.I.A. tampoco parece querer repetir formulas, sin encontrarnos con algún hit tipo Paper Planes, siendo lo más similar el reggae It Takes a Muscles.
El veredicto
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